La causa principal de inflamación del esófago tiende a ser el ácido del estómago. A veces, esto se introduce en el esófago a través de un trastorno llamado reflujo ácido, pero también puede introducirse durante un episodio de vómitos. El estómago es lo suficientemente resistente para manejar este ácido, pero el tejido en las partes superiores del tracto digestivo, incluido el esófago, generalmente no lo es. La inflamación del esófago también puede ocurrir debido a una infección, alergia o una reacción a alguna sustancia química irritante que pasa a través del sistema digestivo. Una de las principales causas distintas del ácido del estómago es el hongo candida, que también es conocido por causar la candidiasis vaginal común en las mujeres.
El esófago es el pasaje que se extiende desde la boca de una persona hasta el estómago. Todo lo que la gente come tiene que pasar por este túnel y normalmente funciona sin problemas. En los raros casos en los que se inflama, la afección se llama esofagitis.
Cuando se produce una inflamación del esófago, pueden aparecer varios síntomas. Algunos de los más comunes incluyen la sensación de que los alimentos quedan atrapados en el esófago, dolores y sensaciones de ardor. En algunos casos, el esófago puede hincharse tanto que algunas personas pueden tener problemas para tragar cualquier cosa, incluidos alimentos o líquidos, y esto podría volverse potencialmente peligroso. La inflamación prolongada del esófago también se ha asociado con el cáncer de esófago, que generalmente es muy peligroso.
En la mayoría de los casos, cuando se produce una inflamación del esófago, los médicos se centrarán en tratar el problema central que lo está provocando. En muchos casos, eso puede implicar el tratamiento de varios problemas de reflujo de estómago, como las úlceras. Una vez que el irritante, ya sea ácido del estómago u otra cosa, se excluye del esófago, la afección generalmente desaparece por sí sola. Las personas pueden recibir analgésicos o pueden tomar antibióticos, antimicóticos o antivirales si hay algún tipo de infección.
Mientras espera que el tratamiento funcione, generalmente se considera importante que las personas tomen ciertas precauciones. Uno de los más importantes es evitar ingerir alimentos que puedan provocar una mayor irritación del esófago. Estos podrían incluir alimentos con una superficie rugosa que podrían rayar el pasillo que baja. Si se consumen demasiados de estos tipos de alimentos, los expertos sugieren que el esófago se puede desgarrar fácilmente mientras está inflamado, y estos desgarros pueden provocar cicatrices, lo que podría ser debilitante a largo plazo. Otra precaución que recomiendan muchos expertos es que las personas eviten los alimentos picantes, que podrían ayudar a agravar la inflamación.