La inflamación del tobillo puede tener varias causas y se caracteriza por hinchazón y dolor en uno o ambos tobillos. Una lesión menor es una de las causas más comunes de inflamación del tobillo, como una distensión del tobillo debido a un esfuerzo excesivo durante el ejercicio o por tropezar y caer. Las lesiones más graves también pueden causar hinchazón e inflamación, como una rotura o un esguince, pero suelen ser más fáciles de identificar como la causa. La artritis también puede contribuir a la inflamación, así como a otras afecciones médicas como la gota o el flujo sanguíneo restringido al área debido a la obstrucción o hinchazón de las venas.
En circunstancias normales, los tobillos no deben estar hinchados ni inflamados, por lo que es importante identificar la causa de la inflamación y abordarla. Con frecuencia, la inflamación en los pies y los tobillos puede ser causada por un esfuerzo excesivo durante el ejercicio, particularmente después de largos períodos de inactividad, o si una persona tiene un sobrepeso particular. Una leve torcedura del tobillo también puede causar inflamación, incluso si no causa una lesión real. Es importante usar siempre zapatos de apoyo al hacer ejercicio para prevenir la inflamación y comenzar lentamente con un nuevo régimen de ejercicio y aumentar la actividad física.
Si la inflamación del tobillo no es causada por el ejercicio o una lesión menor, podría estar relacionada con una afección médica como artritis o gota. Ambas afecciones causan hinchazón de las articulaciones, lo que puede ser muy doloroso y provocar inflamación en ambos tobillos. En algunos casos raros, una infección también puede causar inflamación en los tobillos y puede ocurrir en los tejidos blandos que rodean el tobillo o en la articulación real. La inflamación del tobillo que se produce por cualquiera de estas causas generalmente requerirá el tratamiento de un médico y, a menudo, requerirá medicamentos para resolver el problema y prevenir el dolor.
Los problemas vasculares son otra causa común de inflamación y también requieren tratamiento médico inmediato. Un coágulo de sangre, por ejemplo, puede causar hinchazón en la pierna o los tobillos, así como dolor. Este tipo de coágulo de sangre se conoce como trombosis venosa profunda (TVP) y, si se rompe, puede viajar al corazón, los pulmones o el cerebro y causar un derrame cerebral o incluso la muerte. El edema también puede causar inflamación del tobillo y es provocado por una serie de factores diferentes, desde la ingesta excesiva de sal hasta el embarazo, pero una forma de notar la diferencia es que un coágulo solo estará en una pierna, mientras que el edema se producirá en ambas.