La escafocefalia es una deformidad del cráneo en la que el cráneo adquiere un aspecto alargado. Esta afección puede ser causada por una afección conocida como craneosinostosis, en la que las suturas del cráneo se cierran demasiado pronto, o puede ser posicional, lo que significa que la deformidad fue causada por la presión ejercida sobre el cráneo. El tratamiento de la escafocefalia varía según la gravedad y la causa. Si se realiza una intervención temprana, el cráneo del paciente se desarrollará normalmente, creando una forma de cabeza normal.
El cráneo infantil es un ejemplo muy interesante de ingeniería natural. Cuando nacen los bebés, sus cráneos no son sólidos como los de los adultos, sino que están divididos en una serie de placas separadas por líneas conocidas como «suturas». Con el tiempo, el cerebro crece y las placas se expanden y, a medida que la tasa de crecimiento disminuye, los futuros comienzan a llenarse y fusionarse, hasta que el cráneo se vuelve sólido. Este diseño le da espacio a la cabeza para crecer con el tiempo.
En la craneosinostosis, una o más de las suturas comienza a fusionarse demasiado pronto. Debido a que el cerebro aún está creciendo, el cráneo comienza a desarrollar una forma deformada a medida que el cerebro empuja hacia afuera donde puede. La escafocefalia es una de las afecciones más comunes causadas por craneosinostosis. En esta condición, la sutura sagital del cráneo se cierra demasiado pronto. El tratamiento es una cirugía para separar la sutura nuevamente para que el cráneo se desarrolle de manera más uniforme.
La escafocefalia posicional es causada clásicamente por la presión ejercida sobre el cráneo de un bebé en la cuna. Si los bebés pasan demasiado tiempo en una posición, sus cráneos pueden deformarse. Esta afección se trata con un casco o una cinta para la cabeza que redistribuye la presión y hace que el cráneo recupere su forma. Si la escafocefalia se encuentra en sus primeras etapas, simplemente se puede alentar a los padres a que varíen la posición del niño en la cuna, usando almohadillas para reducir la presión, para ver si eso soluciona el problema.
Esta afección generalmente la identifica un pediatra durante el primer año de vida del niño. Los médicos buscan signos de deformidades craneales observando el desarrollo de un niño y tomando medidas para ver si las dimensiones de la cabeza se encuentran dentro de las normas esperadas. Si se observan signos de escafocefalia, se pueden recomendar pruebas para determinar la causa, de modo que se pueda desarrollar un plan de tratamiento adecuado. El tratamiento de la afección es importante no solo por razones estéticas, sino porque la escafocefalia puede interferir con el desarrollo del cerebro y causar problemas neurológicos en el futuro.