¿Qué es la parálisis cerebral espástica dipléjica?

La parálisis cerebral espástica dipléjica es un trastorno neurológico de por vida que suele estar presente al nacer. Se caracteriza por rigidez muscular y contracciones incontrolables que son más severas en dos de las extremidades, casi siempre las piernas. La mayoría de los casos son el resultado de un daño cerebral que ocurre en el útero, aunque los médicos no siempre pueden identificar una causa subyacente. La gravedad de la parálisis cerebral espástica dipléjica puede variar de un paciente a otro, pero muchas personas con el trastorno pueden vivir de forma independiente con la ayuda de muletas, aparatos ortopédicos para las piernas o sillas de ruedas.

Un feto puede desarrollar parálisis cerebral dipléjica espástica si se impide el desarrollo del cerebro. Las infecciones bacterianas y virales, los defectos genéticos, las deficiencias de oxígeno y una lesión en el abdomen de la futura madre pueden dañar el cerebro del feto. Ocasionalmente, la parálisis cerebral espástica dipléjica puede desarrollarse después del nacimiento en los primeros dos años de vida después de una lesión grave en la cabeza. Está claro que el daño neuronal es responsable de la afección, pero a menudo es difícil para los especialistas identificar el área precisa del tejido cerebral dañado y predecir los síntomas resultantes.

El signo físico más común de parálisis cerebral dipléjica espástica en un bebé son piernas rectas y rígidas. Las articulaciones de la rodilla y la cadera pueden estar tan rígidas que las piernas no se pueden doblar sin una fuerza considerable. Las piernas de un bebé pueden temblar o contraerse repentina e incontrolablemente. Los músculos de los brazos, el cuello y la cara también pueden contraerse o parecer rígidos, pero los problemas suelen ser más graves y notorios en las piernas. A medida que el niño crece, es probable que tenga dificultades para pararse y caminar. Algunos pacientes sufren retraso mental y discapacidades físicas.

Los médicos generalmente pueden diagnosticar la parálisis cerebral dipléjica espástica simplemente evaluando los síntomas físicos, aunque los pacientes generalmente deben someterse a una serie de pruebas especializadas para identificar otros problemas. Las pruebas de imágenes por resonancia magnética, las radiografías y los electroencefalogramas ayudan a los médicos a determinar la gravedad del daño cerebral. También se puede programar un bebé para pruebas de audición y visión para asegurarse de que los sentidos estén intactos. A menos que se detecte daño en el cerebro u otros órganos internos, es posible que el tratamiento no sea necesario de inmediato.

La mayoría de los pacientes jóvenes con formas leves de parálisis cerebral dipléjica espástica pueden controlar la mayoría de sus síntomas con medicamentos anticonvulsivos y analgésicos. Rara vez se recomienda la cirugía para tratar de corregir problemas en las piernas, y la mayoría de los niños aprenden a apoyarse por sí mismos con la ayuda de muletas o aparatos ortopédicos. A medida que los pacientes envejecen, es posible que deban asistir a sesiones de fisioterapia para fortalecer las piernas y aprender a mantenerse en movimiento.