La hiponatremia es un término médico que se refiere a un nivel peligrosamente bajo de sodio en el cuerpo. El sodio, junto con otros electrolitos, es un mineral crucial en la nutrición humana que ayuda a transportar agua a través del cuerpo y ayuda a regular los nervios y órganos principales como el corazón. Cuando un cuerpo humano experimenta hiponatremia, los resultados pueden ser fatales si la afección no se aborda de inmediato. Algunas personas tienen más riesgo de padecer esta afección que otras y, en todos los casos, el pronóstico es mejor si el problema se identifica temprano.
Afortunadamente, la hiponatremia verdadera es muy rara. Existen varias causas para la afección, aunque la más conocida es la intoxicación por agua. La intoxicación por agua ocurre cuando alguien consume una cantidad excesiva de agua, lo que diluye en gran medida la concentración de electrolitos en la sangre. La condición también puede ocurrir cuando alguien suda excesivamente, perdiendo una gran cantidad de electrolitos, o en pacientes ancianos que no pueden regular su equilibrio electrolítico interno. Debido a que tiene numerosas causas, la afección a veces puede indicar un problema médico que debe tratarse.
Los primeros signos de hiponatremia incluyen vómitos, náuseas, dolor de cabeza y una sensación general de malestar. Si la afección no se identifica y trata, la afección del paciente empeorará y puede experimentar convulsiones, un estado de estupor o, en casos extremos, coma. Debido a que los síntomas son vagos, los médicos deben estar atentos a los pacientes que parecen tener un nivel alterado de conciencia y están en riesgo. Si experimenta síntomas y ha estado bebiendo mucha agua o haciendo mucho ejercicio, debe alertar al médico tratante.
Para corregir la hiponatremia, un médico administrará electrolitos por vía intravenosa o hará que el paciente los ingiera por vía oral. Si se detecta temprano, la afección se puede tratar con bastante facilidad, pero en casos más extremos, el pronóstico es más incierto. Una vez que el paciente se ha estabilizado, es importante identificar la causa raíz de la afección para asegurarse de que la afección no vuelva a ocurrir y para tratar cualquier afección médica subyacente.
Los atletas de alto rendimiento tienen el mayor riesgo de hiponatremia, ya que se ejercitan mucho, pierden electrolitos a través del sudor y beben mucha agua para mantenerse hidratados. Para prevenir la condición, los atletas siempre deben consumir electrolitos con el agua y deben ser conscientes de sus limitaciones físicas. Los entrenadores atléticos deben vigilar a los hombres y mujeres bajo su cuidado para detectar las señales de advertencia tempranas y abordarlas.