Tartamudear y tartamudear son dos términos que se usan indistintamente para referirse al mismo trastorno del habla. Ambos se refieren a un problema en el que un individuo tiene dificultad para formar palabras en su totalidad. Puede alargar ciertas sílabas, vacilar en medio de la palabra o repetir sílabas antes de poder continuar con la palabra.
Otro término para tartamudear y tartamudear es la disfluencia del habla. Ocurre con más frecuencia en los niños que en las niñas y puede continuar o no durante la niñez y la edad adulta. La afección puede empeorar en situaciones estresantes, incluso al hablar en público o conversar con extraños. Es una reforma involuntaria de palabras que puede manifestarse en una serie de patrones.
Algunos que tartamudean toman una sola sílaba dentro de la palabra y la alargan o la repiten. A veces, es posible que se repitan palabras completas antes de que el individuo pueda continuar con la oración. Otras veces, una oración puede estar dividida por sonidos o sílabas que no pertenecen. Para algunas personas, puede haber una pausa forzada entre palabras y sílabas, lo que puede causar frustración que empeora la condición. La dificultad para transmitir el significado y terminar las oraciones, y la frustración de tratar con otros que interrumpen el discurso interrumpido de un tartamudo, pueden dañar la autoestima del individuo.
Los casos graves de tartamudeo y tartamudeo pueden incluir otros movimientos físicos que parecen acompañar las dificultades del habla. Cuando se sienten frustrados, tanto los adultos como los niños pueden desarrollar tics faciales corporales que acompañan a las dificultades para hablar; esto puede ser particularmente visible en individuos cuyo habla se interrumpe por pausas en las que parece haber una incapacidad física para pronunciar las palabras. Dar golpecitos con el pie o hacer gestos con las manos son tics comunes.
Muchas personas a las que se les ha diagnosticado problemas de tartamudez y tartamudeo pueden encontrar formas de solucionar el problema. El canto o el diálogo rítmico pueden ayudar a una persona a aprender a regular los patrones del habla; recitar poesía ayudó a James Earl Jones a aceptar su tartamudez, y muchos tartamudos no tienen problemas para cantar o leer algo con ritmo. Otros tipos de terapia del habla que se encuentran para ayudar a controlar la tartamudez y la tartamudez son los grupos de apoyo, que se concentran en la respiración controlada, así como en los movimientos de los labios, la lengua y la boca, y la repetición de lecciones. Trabajar con otras personas que simplemente hacen que el tartamudo se sienta cómodo puede ser de gran ayuda para mejorar el habla de una persona, y algunas personas han encontrado que hablar con animales es reconfortante y terapéutico.