¿Qué es el desarrollo sensorial?

Como la mayoría de los animales, los humanos dependen de sus cinco sentidos para experimentar el mundo que los rodea. Estos sentidos (vista, gusto, tacto, olfato y oído) permiten que cada individuo interprete su entorno; esto se llama procesamiento sensorial. El crecimiento de estos sentidos se conoce como desarrollo sensorial.

Este proceso comienza durante la gestación. Desde el nacimiento, un niño puede comenzar a explorar cada uno de sus sentidos. Los cinco sentidos aún no están completamente desarrollados; la vista en particular es muy limitada después del nacimiento. Es durante este período de la infancia cuando comienza a progresar el desarrollo sensorial infantil.

Dado que el sentido del tacto es clave en el proceso de vinculación entre el bebé y el cuidador, el desarrollo sensorial del tacto normalmente está bien desarrollado durante la infancia. Los recién nacidos a menudo responden al tacto de manera similar a los adultos. Los bebés varían en la cantidad de contacto que pueden tolerar. Durante la infancia, los niños a menudo exploran su sentido del tacto a través de sus lenguas sensibles, razón por la cual tantos niños se llevan objetos a la boca.

La exploración por la boca también es una forma de desarrollo sensorial del gusto. Por lo general, los bebés nacen con preferencia por los sabores ligeramente dulces, como la leche materna. A medida que exploran más sabores, se desarrolla su tolerancia a varios sabores.

El desarrollo sensorial de la audición suele estar bastante avanzado dentro del útero. Los fetos pueden oír los ruidos corporales de la madre, así como los ruidos fuertes, como las bocinas de los coches, fuera de su cuerpo. El sonido más familiar para un bebé es típicamente el latido del corazón de su madre, que a menudo proporciona un alivio durante los momentos de angustia.

El sentido del olfato de un bebé también se desarrolla dentro del útero. Los fetos reconocen el olor del líquido amniótico de su madre. Al igual que con el tacto, un bebé puede reconocer a su madre a través del sentido del olfato. Los olores de otros miembros de la familia con los que el bebé entra en contacto a diario también se familiarizan rápidamente, lo que ayuda al bebé a identificar a diferentes personas.

El desarrollo de la vista ocurre lentamente al principio. Como recién nacido, un bebé puede ver objetos dentro de ocho a diez pulgadas (20 a 25 centímetros) de su cara. La primera vista que normalmente aprende un bebé es el rostro de su cuidador principal. Aunque otros colores permanecen vagos durante las primeras semanas de vida, el blanco, el negro y el rojo se distinguen fácilmente. A medida que el bebé crece, también lo hace su campo de visión.

Aunque el desarrollo sensorial es un proceso natural para la mayoría de los bebés, a veces pueden ocurrir complicaciones. Esto se conoce como disfunción de integración sensorial. Varias circunstancias, como la prematuridad, pueden provocar esta disfunción. La disfunción de la integración sensorial generalmente resulta en demasiada o muy poca información sensorial de su entorno. La fisioterapia y la terapia ocupacional se pueden utilizar para ayudar a mejorar, o incluso corregir, esta afección.