¿Qué es la xeroftalmia?

La xeroftalmia es un término médico general para el ojo seco. La disminución de la humedad y la producción de lágrimas es una dolencia muy común que puede ser causada por lesiones oculares, uso de medicamentos recetados, trastornos relacionados con la edad y ciertas afecciones autoinmunes. La xeroftalmia suele ir acompañada de síntomas incómodos de ardor, picazón y sensibilidad a la luz. Algunas personas experimentan visión borrosa o pierden la vista por completo si no buscan atención médica. El tratamiento para la xeroftalmia depende de la causa subyacente, pero la mayoría de las personas pueden encontrar alivio con gotas para los ojos o medicamentos recetados tópicos u orales.

Una persona que tiene un caso agudo de xeroftalmía que aparece en cuestión de horas puede haber sufrido una quemadura, un pinchazo o un rasguño. Si bien una lesión generalmente causa un aumento de las lágrimas inmediatamente después del incidente, eventualmente puede agotar la producción de lágrimas y dejar el ojo seco, rojo e irritado. La sequedad en uno o ambos ojos también puede ser un efecto secundario de los antihistamínicos, las píldoras anticonceptivas o varios otros medicamentos recetados. Los síntomas agudos del ojo seco son comunes en los adultos mayores, ya que los conductos lagrimales se vuelven gradualmente menos efectivos para suministrar la humedad adecuada a los ojos.

Una causa común de xeroftalmía crónica en muchas partes del mundo es la deficiencia de vitamina A. La vitamina A de la dieta es absorbida por el cuerpo y se usa para fortalecer los huesos y la piel, preservar los dientes y regenerar los pigmentos en las retinas de los ojos. Las personas que no ingieren suficiente vitamina A corren el riesgo de sufrir muchos problemas de salud, como xeroftalmía y problemas de visión que empeoran rápidamente.

Un trastorno autoinmune llamado síndrome de Sjogren también puede afectar la producción de lágrimas. La afección ocurre cuando el sistema inmunológico comienza a atacar las glándulas salivales, los conductos lagrimales y las membranas mucosas del cuerpo. Las personas experimentan sequedad ocular crónica y dolorosa y sequedad de boca, entre otros síntomas.

La xeroftalmía leve u ocasional generalmente se puede tratar en casa con lágrimas artificiales de venta libre. Sin embargo, si los problemas se vuelven crónicos y dolorosos, la persona debe programar una cita con un oculista para recibir un diagnóstico preciso y conocer las diferentes opciones de tratamiento. Un examen físico y un análisis de sangre y lágrimas de laboratorio pueden ayudar al médico a determinar la causa subyacente de la sequedad ocular. Las gotas para los ojos medicinales, los antibióticos y los ungüentos tópicos se recetan comúnmente para aliviar los síntomas crónicos y reparar el daño a los conductos lagrimales.

Si la xeroftalmia continúa empeorando a pesar de la atención médica, un oftalmólogo puede considerar un procedimiento clínico llamado oclusión puntual. Inserta un pequeño trozo de silicona en el rabillo del ojo para tapar el conducto lagrimal. El procedimiento evita que el conducto drene la humedad de los ojos hacia los senos nasales, lo que aumenta la cantidad de lágrimas disponibles. Rara vez se realiza una cirugía invasiva para cerrar permanentemente los conductos. La oclusión y la cirugía puntuales tienen tasas de éxito muy altas y la mayoría de las personas pueden recuperar la visión y la comodidad de los ojos en unas pocas semanas.