Hay varias causas para el dolor lumbar al comienzo del embarazo, que experimentan hasta el 75% de las mujeres embarazadas. Algunas de las causas más comunes son el crecimiento del útero, cambios de postura y aumento de hormonas. Todas estas cosas son normales y no afectarán al feto ni al embarazo. En casos raros, el dolor lumbar puede ser un síntoma de algo más grave, como una infección renal o ciática.
El centro de gravedad del cuerpo cambia durante el embarazo para adaptarse al útero en crecimiento. Por lo general, esto significa un cambio de postura a medida que el cuerpo intenta adaptarse a un nuevo centro de gravedad. Adoptar una nueva postura puede utilizar los músculos de la espalda que no se utilizan con frecuencia, lo que provoca dolores musculares en la zona lumbar. Aunque muchas mujeres no experimentan una gran cantidad de aumento de peso al principio del embarazo, las que sí lo hacen pueden aumentar el dolor de espalda ya que el peso adicional hace que los músculos y las articulaciones trabajen más de lo normal.
Las hormonas también juegan un papel en el dolor lumbar. El aumento de hormonas tiende a aflojar las articulaciones para dejar espacio para el bebé y facilitar físicamente el parto, pero esto también afloja la articulación que conecta la pelvis con la columna vertebral. Los dolores y molestias en la espalda baja pueden ser un efecto de esta articulación floja porque la pelvis se mueve más que antes del embarazo.
En casos más extremos, el dolor lumbar al principio del embarazo puede ser un síntoma de ciática o una infección renal. Solo alrededor del 1% de las mujeres embarazadas sufren de ciática, que se caracteriza por dolor o entumecimiento en las piernas que puede llegar hasta las piernas y los dedos de los pies. Las infecciones renales se pueden identificar por dolor debajo de las costillas, especialmente cuando se acompañan de vómitos, fiebre u orina con sangre.
La mayoría de los dolores lumbares ocurren en la parte posterior de la pelvis o en las vértebras lumbares de la espalda baja. Ambos pueden agravarse con el ejercicio intenso, girar, levantar objetos y trepar. Para combatir el dolor al principio del embarazo, algunos profesionales médicos recomiendan estirarse, nadar y caminar con poco impacto. Se debe consultar a un profesional médico antes de que una mujer embarazada que experimenta dolor de espalda intente cualquiera de estos métodos para aliviar el dolor. También es útil que tenga en cuenta la postura adecuada, evite estar de pie durante largos períodos de tiempo y use zapatos cómodos.