La escala SAD PERSONS es una herramienta que se utiliza para evaluar el riesgo de que los pacientes puedan tener tendencias suicidas. El nombre es un mnemotécnico para ayudar a los médicos a recordar cada factor de riesgo. Se asigna un punto por cada factor de riesgo presente y hay pautas sobre qué hacer con un paciente que califica en cada rango de puntaje. La escala original es para adultos, pero posteriormente se revisó para incluir criterios para niños.
En la escala de adultos, la primera S representa sexo o género, A representa edad y D representa depresión. La P indica un intento de suicidio previo, E representa el uso de etanol (alcohol) u otras drogas, mientras que R representa una pérdida en el pensamiento racional del paciente. La segunda S indica falta de apoyo social, O significa plan organizado, N indica que el paciente no tiene cónyuge y la S final representa una enfermedad crónica o debilitante.
Los hombres tienen más probabilidades de llevar a cabo planes de suicidio que las mujeres, por lo que se les da un punto por sexo, mientras que las mujeres obtienen cero. Las personas menores de 20 años o mayores de 75 tienen un mayor riesgo. Aquellos que tienen un plan organizado y detallado para suicidarse se consideran mucho más propensos a seguir adelante.
La escala para niños es bastante similar, con dos excepciones. N significa paternidad negligente y la S final indica la presencia de problemas escolares. Para ambas escalas, los pacientes que puntúan de cero a dos puntos son enviados a casa y se les dice que hagan un seguimiento con un profesional de salud mental en una fecha posterior. Un puntaje de tres a cuatro requiere un seguimiento cercano y una posible hospitalización, y aquellos con puntajes de cinco a seis deben considerar seriamente la hospitalización. Aquellos que obtengan una puntuación de siete o más deben ser hospitalizados o ingresados en un centro de salud mental.
En una evaluación realizada por la Academia de Medicina Psicosomática, los estudiantes de medicina que utilizaron la escala SAD PERSONS mostraron una mayor capacidad para determinar el riesgo de pacientes suicidas. El grupo de control, que no utilizó la escala SAD PERSONS, calificó a los pacientes de alto y bajo riesgo como de alto riesgo. Esto podría dar lugar a hospitalizaciones en los casos en que no sea realmente necesario.
La escala SAD PERSONS se desarrolló en 1983 y se actualizó en 1996 para incluir a los niños. Un lugar común para usar la escala SAD PERSONS es la sala de emergencias. Si un paciente llega alegando que tiene tendencias suicidas, o que posiblemente ha intentado suicidarse, una determinación rápida y fácil de la gravedad de la situación suele ser muy útil.