Los espasmos musculares son la presencia de contracciones musculares incontrolables que pueden ser temporales o crónicas. Cuando esto ocurre en el pulgar, puede denominarse contracción del pulgar y puede ocurrir por una variedad de razones, incluido el uso excesivo del músculo al jugar videojuegos o enviar mensajes de texto, deficiencias nutricionales, síndrome del túnel carpiano o flujo sanguíneo restringido. Otras causas pueden incluir trastornos neurológicos, efectos secundarios de medicamentos recetados, ansiedad o un estado crónico de tensión. Las contracciones musculares son muy comunes y la mayoría de los casos de espasmos del pulgar son benignos, pero los espasmos continuos indican una afección grave.
La lesión por movimientos repetitivos es una causa muy común de contracción del pulgar. Los módulos de videojuegos y los controles remotos, los teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos requieren el uso constante y antinatural del pulgar, lo que irrita los nervios que controlan los músculos del pulgar. El pulgar puede presentar contracciones musculares molestas, hormigueo, ardor o tendinitis por el estrés constante.
El síndrome del túnel carpiano, un tipo de trauma nervioso en el que el nervio mediano se comprime indebidamente, puede causar espasmos del pulgar, pero generalmente se asocia con dolor en la muñeca o ardor en la articulación de la muñeca. Las lesiones por movimientos repetitivos y el síndrome del túnel carpiano generalmente se alivian cuando cesan las acciones ofensivas, aunque el síndrome del túnel carpiano puede tener causas subyacentes que van desde factores genéticos hasta factores fisiológicos más graves, como los fibromas.
Los espasmos del pulgar pueden ser causados por un desequilibrio de electrolitos debido a deficiencias nutricionales en la dieta. Se ha demostrado que una deficiencia de calcio o magnesio causa espasmos musculares y calambres en todo el cuerpo, incluso en los pulgares. Los efectos secundarios de los medicamentos también pueden causar espasmos en los dedos de las manos y los pulgares. Fármacos como los corticosteroides, los estrógenos, los diuréticos y la cafeína estimulan los músculos, lo que puede iniciar los espasmos. La ansiedad extrema libera hormonas que alteran el equilibrio del sistema nervioso y provocan espasmos musculares que pueden incluir los pulgares.
Las contracciones crónicas del pulgar con una pérdida gradual de la coordinación muscular suelen ser un signo de trastornos neurológicos más graves. La esclerosis lateral amiotrófica (ELA), también conocida como enfermedad de Lou Gehrig, es una enfermedad nerviosa progresiva y debilitante. Los síntomas de la ELA generalmente comienzan con espasmos musculares en el pecho y el área de las costillas, que avanzan por el brazo y, a veces, afectan el pulgar. La esclerosis múltiple y el síndrome de Parkinson también afectan los nervios que controlan los músculos, incluido el pulgar. Aunque muchos casos de contracciones del pulgar son benignos y son causados por factores ambientales, los espasmos continuos que se vuelven cada vez más graves requieren un diagnóstico médico para determinar la causa subyacente.