La iridociclitis es la inflamación del iris y el cuerpo ciliar del ojo. El iris es la parte coloreada del ojo. El cuerpo ciliar es el grupo de músculos y tejidos que producen líquido en el ojo y controlan el movimiento que ayuda al ojo a enfocar. Esta condición también se conoce como uvetitis e iritis. Puede ser causada por la exposición del ojo a ciertas sustancias químicas, diferentes trastornos autoinmunes o puede ser un síntoma de otras infecciones como la toxoplasmosis, la sífilis y el herpes.
La uveítis es una categoría amplia y se caracteriza por la inflamación de todo el ojo o partes del ojo. Esta condición generalmente afecta solo la parte frontal del ojo. Una respuesta inmune a alérgenos o irritantes químicos puede causar iridociclitis aguda.
Casi la mitad de todos los casos clasificados como iridociclitis aguda no están asociados con otros problemas médicos subyacentes. Estos casos pueden aparecer de repente y, por lo general, no duran más de seis semanas. Si existe otra afección, como una enfermedad infecciosa o autoinmune, esa enfermedad debe tratarse para prevenir recurrencias o iridociclitis crónica.
La afección suele estar marcada por el enrojecimiento del ojo. Si bien esta coloración es un síntoma, el ojo a menudo no está tan rojo como lo estaría en alguien con una afección común como la conjuntivitis o la conjuntivitis. El paciente también puede ser muy sensible a la luz o experimentar fotofobia o miedo a la luz. Los ojos pueden lagrimear profusamente y la visión puede verse afectada o disminuir drásticamente. A veces, solo un ojo se ve afectado, pero hacer brillar una luz en el ojo aparentemente no afectado puede producir dolor en el ojo irritado.
A menudo, un médico deriva a los pacientes a un oftalmólogo para diagnosticar con precisión la afección. Si no se busca tratamiento, pueden resultar complicaciones, como cataratas, glaucoma, daño permanente de la visión e incluso ceguera. Es importante que el médico determine la causa raíz de la uveítis, ya que la causa puede dictar el tratamiento. Por lo general, se trata con medicamentos que reducen el dolor y la inflamación.
Un trastorno inmunológico a menudo se caracteriza como una condición que hace que el sistema inmunológico del cuerpo ataque sus propios tejidos. Las personas que padecen trastornos autoinmunitarios, como lupus eritmematoso, artritis reumatoide y artritis juvenil, pueden desarrollar iridociclitis crónica. Esto ocurre porque estas enfermedades pueden afectar el revestimiento que cubre el ojo y otros tejidos asociados.
Los niños que padecen artritis juvenil tienen un riesgo particular de iridociclitis crónica. La artritis afecta las articulaciones y el tejido que las recubre. Las personas con artritis suelen experimentar hinchazón, rigidez e irritación de estos tejidos. Esta enfermedad puede extenderse por todo el cuerpo y, cuando lo hace, puede afectar a otras partes del cuerpo, como los ojos.