¿Qué son las espinillas?

El término médico vago «calambres en las piernas» ha sido reemplazado en gran medida por el término más exacto síndrome de estrés de la tibia medial o MTSS, pero muchos atletas, bailarines y soldados todavía usan el término más antiguo. Las férulas en las espinillas son una afección dolorosa en la que el tejido óseo y las membranas delgadas de la parte inferior de la espinilla se inflaman. La causa más común de calambres en las piernas es el ejercicio excesivo, especialmente durante la carrera o las maniobras de salto repetitivas. Shin splints / MTSS es una de las lesiones más comunes reportadas por corredores y bailarines aeróbicos profesionales.

Durante una carrera promedio, la parte inferior de las piernas recibe una cantidad significativa de estrés cuando los pies golpean el suelo duro o el concreto. Por lo general, los zapatos para correr acolchados y una zancada adecuada para correr minimizarán este impacto, pero los corredores con zapatos gastados, pies en pronación o arcos planos reciben aún más tensión en las espinillas. El resultado de todos estos golpes es un dolor inflamatorio que se siente en un área de dos o tres pulgadas de la espinilla inferior. Se trata de calambres en las piernas, aunque los médicos pueden sospechar una afección más grave llamada fractura por sobrecarga.

El tratamiento más común para los calambres en las piernas es al menos una semana de descanso. Las compresas de hielo o un vendaje elástico ligero también pueden ayudar a minimizar el dolor, junto con los analgésicos o cremas antiinflamatorios de venta libre. Las férulas en la espinilla eventualmente se curan, pero regresar a una actividad estresante demasiado pronto puede hacer que vuelvan a estallar rápidamente. Es por eso que muchos médicos y entrenadores sugieren una restricción de dos a cuatro semanas para correr después de recuperarse de calambres en las piernas. Sin embargo, se puede permitir el entrenamiento cruzado de bajo impacto en bicicletas o cintas de correr.

Las férulas en las piernas rara vez requieren una intervención quirúrgica, y varios especialistas en ortopedia cuestionan la efectividad de las cirugías que se realizan actualmente. La clave para evitar calambres en las piernas es un entrenamiento adecuado. Estirar los músculos de la parte inferior de la pierna durante los calentamientos permitirá que el tobillo se empuje mejor entre zancadas. Los zapatos deben tener un soporte de arco fuerte y suficiente acolchado. Los corredores y bailarines no deben esforzarse más allá de sus límites, especialmente si el dolor en la parte inferior de las piernas se vuelve intenso y localizado.