La miomasología es un tipo de masaje que integra técnicas de masaje de muchas disciplinas diferentes. Además de las técnicas de trabajo corporal, la miomasología también integra el trabajo energético y los tratamientos médicos alternativos, junto con la educación física y nutricional. Cada miomasólogo aborda la técnica de manera ligeramente diferente, personalizando el tratamiento para el paciente para garantizar que reciba la mejor atención posible. El término fue utilizado por primera vez por Irene Gauthier, una de las fundadoras de este enfoque del masaje.
Este estilo de masaje fue una consecuencia natural del masaje de estilo sueco que se desarrolló en la década de 1970. Los masajistas que aprendieron la técnica sueca básica a veces querían ofrecer más a sus clientes y comenzaron a integrar técnicas de otras disciplinas. Con el tiempo, surgió un estilo de masaje omnipresente que llegó a conocerse como miomasología. Numerosas escuelas de masajes ofrecen formación en este método, y los terapeutas también pueden seguir formando de forma independiente.
Prácticamente cualquier estilo de masaje es aceptable en miomasología. Además del sueco, la mayoría de los terapeutas también ofrecen masajes de tejido profundo, reflexología y craneosacral, junto con técnicas de trabajo energético como reiki y aromaterapia. El terapeuta de masaje puede incluir educación nutricional, trabajo de movimiento como el yoga y varios remedios herbales en el tratamiento, aunque la provisión de información nutricional está restringida por ley en algunas regiones.
En una sesión típica, el terapeuta se reúne con el cliente para discutir los problemas físicos del cliente y cualquier fuente de trauma emocional que esté experimentando el cliente. Después de reunirse con el paciente, el terapeuta sale para que el cliente pueda desvestirse y subirse a una camilla de masaje. Durante la sesión, el masajista utiliza una variedad de movimientos y técnicas de masaje para crear una sesión de masaje fluida que trata los dolores y molestias musculares específicas, el deseo de bienestar general y cualquier problema particular que el cliente pueda estar experimentando.
Después de la sesión, se le dará al cliente una «tarea» que puede incluir una serie de estiramientos regulares, cambios en la dieta, recomendaciones de ejercicio, etc. Si el miomasólogo tiene licencia para hacerlo, puede proporcionar hierbas medicinales, aceites esenciales y otros productos que podrían ser beneficiosos para el paciente.
Este estilo de trabajo corporal se basa en gran medida en una relación continua entre el terapeuta y el cliente. Por lo general, se recomiendan al menos dos sesiones al mes, y algunas personas van una vez a la semana, y se recomienda encarecidamente el compromiso a largo plazo con la miomasología. Los clientes potenciales pueden querer probar sesiones con varios profesionales para encontrar uno que funcione para ellos, y deben preguntar acerca de los descuentos para compras masivas de sesiones, ya que muchos masajistas los ofrecen como una forma de incentivo.