¿Qué es Petit Mal? (con foto)

El término «pequeño mal» se utiliza para describir un tipo de convulsión caracterizada por una pérdida breve y abrupta de la memoria y el control motor. Estos episodios se distinguen de las convulsiones más prolongadas que a menudo implican convulsiones y una pérdida prolongada del conocimiento, a veces denominadas convulsiones de «gran mal». Las convulsiones de pequeño mal son más comunes en niños y adolescentes. Por lo general, solo causan una interrupción relativamente menor en la conciencia, a veces acompañada de pequeñas sacudidas de las manos o los músculos faciales. El término médico para este tipo de convulsión es una convulsión de ausencia, refiriéndose a la breve ausencia de conciencia que es el síntoma más común.

Los síntomas
Los síntomas de las convulsiones de pequeño mal pueden ser difíciles de observar porque las convulsiones en sí son muy breves y, a menudo, duran solo unos segundos. Puede parecer que el paciente simplemente está mirando al vacío. Hay algunas indicaciones externas comunes de una crisis de ausencia compleja, como el chasquido involuntario de los labios o la masticación, movimientos de las manos y parpadeo de los párpados; estas actividades se denominan automatismo. Durante este tiempo, la persona no tendrá conciencia de su entorno y no podrá continuar con actividades conscientes como moverse o hablar.

Aunque por lo general son breves, estas convulsiones a veces pueden incluir síntomas comunes a convulsiones más prolongadas, como desplomarse o caerse. Ocurren muy repentinamente y pueden ocurrir en cualquier momento. Las personas que tienen crisis de ausencia pueden experimentarlas muchas veces al día.

Causes
Las convulsiones de cualquier tipo son causadas por una actividad eléctrica anormal en el cerebro. Las células del cerebro llamadas neuronas normalmente producen pequeñas cargas eléctricas que regulan las funciones del cerebro y el cuerpo. Una enfermedad o lesión en el cerebro puede hacer que esta actividad no esté sincronizada, lo que puede resultar en convulsiones, aunque los detalles precisos de por qué sucede esto aún no se comprenden completamente. Algunas causas conocidas de epilepsia y trastornos similares a la epilepsia incluyen alteraciones metabólicas, como enfermedad renal o hepática; niveles bajos de sodio, magnesio o calcio; trauma o enfermedad cerebral, como un tumor cerebral; defectos de nacimiento; y herencia.

Diagnóstico
Dado que los petit mals son tan breves y sus síntomas a menudo sutiles, pueden ser difíciles de detectar y diagnosticar. La recuperación completa de una convulsión suele ser muy rápida; sin embargo, la víctima no recordará el episodio ni ningún evento que haya ocurrido durante ese tiempo. En los niños, su primer indicio puede ser dificultades de aprendizaje inexplicables o una incapacidad para concentrarse en el trabajo escolar. A los niños con crisis de ausencia a veces se les diagnostica incorrectamente problemas de aprendizaje.

Se pueden usar procedimientos médicos como análisis de sangre, imágenes por resonancia magnética (MRI) o electroencefalografía (EEG) para evaluar la actividad cerebral irregular y otras afecciones, como un tumor cerebral, que podrían causar convulsiones. Otras pruebas utilizan luces intermitentes en los ojos para medir la actividad eléctrica del cerebro bajo estimulación. Estas medidas a menudo pueden determinar la naturaleza de las convulsiones, lo cual es importante para determinar qué medicamento puede tratarlas mejor.
Recomendaciones
Algunas personas creen que deben intentar inmovilizar a una persona que sufre una convulsión, para evitar que se lastime o se muerda o se trague la lengua. Estas creencias se basan en conceptos erróneos obsoletos sobre la epilepsia; tales acciones pueden resultar en lesiones a cualquiera de las personas. La mejor respuesta es eliminar cualquier peligro obvio, como objetos afilados cercanos, y esperar a que pase la convulsión. Mientras tanto, ofrezca garantías verbales a otros espectadores y al paciente, que puede estar desorientado. Las convulsiones de ausencia ocurren y desaparecen rápidamente, por lo que es posible que no haya tiempo para ninguna otra acción.

Pronóstico
Las convulsiones de ausencia son más comunes en los niños, muchos de los cuales las superan con la edad y pueden suspender la medicación cuando llegan a la edad adulta. Solo un pequeño porcentaje de los que sufren de petit mal tienen convulsiones tónico-clónicas (gran mal) o progresan a una epilepsia de por vida. Incluso entonces, muchos pueden llevar una vida normal con medicación regular.
Los niños a los que se les diagnostica convulsiones de ausencia deben ser vigilados cuidadosamente cuando nadan o realizan otras actividades que podrían ser peligrosas. Una persona podría ahogarse y perder el conocimiento mientras está en una bañera o piscina. Es posible que a los pacientes que tienen convulsiones no se les permita conducir y es posible que deban evitar la actividad física extenuante.

Terminología
Tanto “petit mal” como “grand mal” son términos franceses que significan “pequeña enfermedad” y “gran enfermedad” respectivamente. Los profesionales médicos y otras personas que se ocupan de la epilepsia con regularidad suelen considerar estos términos obsoletos y prefieren una terminología médica más precisa, como «crisis de ausencia». La palabra epilepsia en sí misma no describe una sola enfermedad, como se cree comúnmente, sino una amplia gama de trastornos cerebrales caracterizados por actividad convulsiva.