¿Qué es la extrusión de disco?

La extrusión del disco es una condición en la columna vertebral donde el núcleo del disco se rompe fuera de las vértebras. Este derrame del amortiguador en forma de gel de la columna puede ocurrir por algún tipo de lesión o por el desgaste normal del área. Puede ocurrir con o sin dolor.
La extrusión del disco ocurre cuando el disco rompe el anillo o el recinto fibroso que lo rodea. El material del disco puede presionar contra un nervio y disfrazar los síntomas del dolor. El dolor de una protuberancia de disco puede variar desde ningún dolor en absoluto hasta entumecimiento y hormigueo en el brazo o la parte posterior de la pierna, también conocido como parestesia, hasta debilidad generalizada, según el área de la interrupción. La radiculopatía o el dolor irradiado no son infrecuentes cuando el material del disco presiona un nervio específico. En casos graves, puede haber falta de control de la vejiga o incapacidad para flexionar el tobillo hacia arriba.

El diagnóstico adecuado de un disco extruido puede incluir radiografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas. Para problemas de dolor más graves y complicados, es posible que se necesiten EMG o electromiografía, también conocidas como pruebas de conducción nerviosa, para evaluar la ubicación exacta del dolor.

El tratamiento conservador de una extrusión de disco incluye reposo, terapia de calor / frío, AINE o medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. La fisioterapia puede ayudar a disminuir el dolor mediante modalidades como máquinas de estimulación eléctrica y ultrasonido. También puede intentar hacer que los materiales del disco regresen al interior del recinto fibroso a través de ejercicios especializados y tratamientos de tracción. La fisioterapia también puede maximizar la función fortaleciendo los músculos circundantes y volviendo a enseñar la mecánica corporal adecuada para evitar más lesiones. La terapia de masaje puede ayudar a disminuir el dolor y aflojar los músculos tensos que rodean el área lesionada. Ambos tipos de terapeutas pueden demostrar técnicas de afrontamiento para evitar más dolor y lesiones.

La quiropráctica y la acupuntura también se consideran tratamientos conservadores ya que no son invasivos. Los quiroprácticos pueden realinear la columna vertebral para hacer que los materiales extruidos vuelvan a su espacio original. La acupuntura utiliza la colocación de agujas especializadas para obtener alivio.

Si el dolor persiste e interfiere con las actividades diarias, puede ser necesario un procedimiento invasivo. Sin embargo, es importante determinar la ubicación exacta del dolor. Si la cirugía se realiza en una extrusión de disco pero no es la misma ubicación que causa dolor, la intervención quirúrgica no tendrá éxito. Una inyección epidural o de bloqueo nervioso de esteroides en el área puede proporcionar un alivio temporal. Las opciones quirúrgicas van desde procedimientos endoscópicos mínimamente invasivos hasta procedimientos más complejos como descompresiones abiertas, colocación de espaciadores interespinosos, discectomías, fusiones y reemplazos totales de disco.