¿Qué es el desarrollo psicosexual?

El desarrollo psicosexual es una teoría atribuida a Sigmund Freud, un neurólogo que se hizo conocido por sus teorías psicológicas. Según Freud, las experiencias de una persona a una edad temprana influyen dramáticamente tanto en su personalidad como en sus acciones futuras. La teoría del desarrollo psicosexual de Freud se centra en las etapas psicosexuales, cada una de las cuales se centra en una parte particular del cuerpo capaz de producir sensaciones agradables o placenteras, y cada una desempeña un papel en el desarrollo del instinto sexual. Freud afirmó que el instinto sexual era la influencia más importante sobre la personalidad. Afirmó que este instinto estaba presente cuando nació un niño y continuó desarrollándose a través de las etapas psicosexuales.

La teoría del desarrollo psicosexual no se centra únicamente en los sentimientos placenteros; también considera los conflictos que pueden surgir al experimentar estos sentimientos. Freud creía que las fijaciones se desarrollarían si estos conflictos se dejaban sin resolver durante el tiempo suficiente. En tal caso, la energía psíquica del niño, conocida como libido, se enredaría tanto al lidiar con una etapa que quedaría poco para lidiar con los conflictos y desafíos de la siguiente. También creía que la indulgencia excesiva haría que un niño no estuviera dispuesto a progresar, y la indulgencia insuficiente dejaría al niño necesitado. La dificultad en cualquiera de las etapas podría resultar en ciertas características de personalidad.

La etapa oral del desarrollo psicosexual comienza con el nacimiento y continúa hasta el año de edad. Se centra en la boca, y las experiencias gratificantes de esta etapa incluyen chupar, comer y morder, mientras que un desafío de esta etapa es el destete. Si una persona tenía problemas sin resolver durante esta etapa, Freud creía que podría ser demasiado optimista, crédulo, dependiente, pasivo, hostil, agresivo o sarcástico en la edad adulta.

La siguiente es la etapa anal, que se extiende desde el año de edad hasta los tres años y se enfoca en el ano. Freud creía que la gratificación de esta etapa provenía de empujar y retener la materia fecal, mientras que el entrenamiento para ir al baño era el desafío. Afirmó que los conflictos no resueltos de esta etapa podrían hacer que un niño se vuelva demasiado ordenado, rígido, terco, desordenado o rebelde.

La etapa fálica se extiende desde los tres años hasta los cinco o seis años y se concentra en los genitales. La curiosidad sexual y la masturbación son las experiencias gratificantes de esta etapa, mientras que el conflicto edípico, que está marcado por el amor de un niño por el padre del sexo opuesto y el deseo de reemplazar al padre del mismo sexo, es el desafío. Según Freud, llegar a la edad adulta con desafíos no resueltos de esta etapa podría hacer que una persona se vuelva demasiado casta, promiscua, vanidosa, coqueta u orgullosa.

En la etapa de latencia, desde los cinco o seis hasta la pubertad, los intereses de la libido son menos prominentes y los niños experimentan la calma sexual. No hay ninguna parte del cuerpo asociada con esta etapa y los niños se interesan más por los pasatiempos, los amigos e incluso la escuela. La etapa genital toma el relevo desde la pubertad en adelante, y se dice que las personas desarrollan intereses sexuales renovados y entablan relaciones maduras. Dado que Freud creía que la mayoría de los rasgos de personalidad se desarrollaban temprano en la vida, estas etapas no están asociadas con características particulares de personalidad. Sin embargo, pueden surgir desafíos durante estas etapas como resultado de los conflictos no resueltos de otras etapas.