Los signos de las madres narcisistas suelen incluir comportamientos como una preocupación excesiva por sí mismas y la falta de capacidad para brindarles a sus hijos el apoyo emocional que necesitan para convertirse en adultos bien adaptados. Este tipo de trastorno de la personalidad puede incluso ser una causa subyacente de abuso infantil en algunos casos. La madre narcisista promedio es casi imposible de complacer sin importar las circunstancias, y a menudo puede rechazar o despreciar los intentos de sus hijos por el afecto o la conexión emocional. Las madres narcisistas generalmente crean impactos duraderos en sus hijos que pueden crearles varios problemas cuando sean adultos. Los hijos de personas con narcisismo con frecuencia experimentan problemas para establecer relaciones saludables, así como mayores tasas de depresión o ansiedad.
Uno de los síntomas característicos del narcisismo es que la víctima generalmente no puede percibir a otras personas como individuos con sus propias necesidades. Las madres narcisistas generalmente ven a sus hijos como partes extendidas de sí mismas, más que como seres humanos separados. Normalmente valoran a sus hijos solo de forma limitada, siempre que los niños puedan ser beneficiosos para su padre narcisista de alguna manera específica. Una madre con esta afección puede exigir que sus hijos se destaquen en los deportes o que reciban altas calificaciones en la escuela simplemente para que parezca una madre excelente ante los extraños, como amigos o parientes. Si los niños aprenden o crecen a partir de este gran logro es incidental y en gran medida poco importante para ella en comparación con este impulso a su reputación.
Otras características de las madres narcisistas son los comentarios habituales mentirosos y despectivos que se dicen con el pretexto de ser padres solidarios. Muchos de ellos tienen una variedad de formas de comunicar a sus hijos que los tienen menos estimados que otras personas. Estos pueden ser tanto verbales como no verbales. Las personas con narcisismo a menudo degradan o se niegan a escuchar las opiniones o ideas de los demás, incluidos sus propios hijos. Un buen número de madres narcisistas se comportan con condescendencia hacia sus hijos adultos y se niegan a reconocer verdaderamente que sus hijos adultos ya no son lo suficientemente jóvenes como para ser manipulados fácilmente.
El proceso de tratar el narcisismo generalmente puede ser desafiante y solo efectivo cuando la madre narcisista se da cuenta de sus formas destructivas y quiere cambiarlas. Algunos profesionales de la salud mental afirman que un narcisista diagnosticado es casi imposible de tratar con éxito y que la terapia en realidad puede empeorar el comportamiento inicial en algunos casos. Gran parte de la ayuda psicológica de las madres narcisistas suele centrarse en sus hijos adultos.