La bacteria Klebsiella es un género muy común de bacterias que prosperan en los humanos. Normalmente, hay grandes concentraciones de esta bacteria viviendo en el colon que son beneficiosas para la digestión normal. Sin embargo, la bacteria puede causar serios problemas de salud si ciertas cepas invaden otros órganos y sistemas de órganos fuera del tracto digestivo. Es más probable que las infecciones ocurran en un hospital o en otro lugar donde haya grandes grupos de personas en estrecho contacto. Tratar una infección por la bacteria Klebsiella de inmediato con antibióticos de alta potencia es esencial para prevenir complicaciones potencialmente mortales y reducir el riesgo de una epidemia.
Varias especies diferentes de la bacteria Klebsiella pueden causar infección en humanos, pero el patógeno más común es K. pneumoniae, que ataca los pulmones y las vías respiratorias. K. pneumoniae puede ingresar al tracto respiratorio si está presente en un tubo de respiración sin esterilizar, en las manos o guantes de un médico o en la ropa de cama sin lavar. Las bacterias se adhieren rápidamente al revestimiento de los sacos de aire en los pulmones e inducen una inflamación severa, hinchazón y, finalmente, la muerte del tejido. Una persona infectada puede tener opresión en el pecho, dificultad para respirar, tos con sangre y sangre y fatiga extrema.
Otras cepas comunes de esta bacteria, incluida K. oxytoca, también pueden dañar los pulmones. Las infecciones también pueden desarrollarse en el sitio de las heridas quirúrgicas en la piel o en el tracto urinario. Las infecciones de la piel generalmente se enrojecen, pican, se vuelven sensibles e inflamadas en unas pocas horas. Los problemas del tracto urinario incluyen sangre en el flujo de orina y micción frecuente y dolorosa. En raras ocasiones, las bacterias que llegan al torrente sanguíneo pueden ingresar a la circulación y causar complicaciones cardíacas, renales y cerebrales potencialmente mortales.
El diagnóstico y el tratamiento tempranos son esenciales para prevenir resultados fatales de las infecciones por la bacteria Klebsiella. Un médico puede recolectar muestras de esputo, sangre y orina para análisis de laboratorio. El personal del laboratorio cultiva muestras para confirmar la presencia de Klebsiella e identificar la cepa particular involucrada. Una vez que se hace un diagnóstico, se pone al paciente en cuarentena y se le administra un tratamiento con antibióticos por vía intravenosa. Las bacterias pueden ser muy resistentes a los antibióticos comunes, incluida la penicilina, por lo que generalmente se administran dos o más medicamentos a la vez hasta que los médicos encuentran una combinación eficaz.
La mayoría de las personas que reciben tratamiento inmediato pueden recuperarse por completo en una a cuatro semanas. En situaciones de emergencia, se proporcionan tratamientos adicionales, como oxigenoterapia y reanimación cardiopulmonar, para estabilizar la respiración. Por lo general, los individuos se mantienen en habitaciones en cuarentena hasta que estén completamente libres de síntomas; luego normalmente se envían a casa con un suministro de antibióticos orales. Las visitas de seguimiento son importantes para confirmar que las bacterias se han erradicado por completo.