Un revestimiento delgado del útero generalmente es causado por un suministro de sangre inadecuado, niveles bajos de estrógeno o daño al útero. El proceso de envejecimiento natural también puede causar un adelgazamiento gradual del revestimiento del útero. La adenomiosis es una afección que puede provocar un revestimiento del útero más delgado de lo normal. Hace que el revestimiento crezca y se desarrolle dentro de los músculos del útero y es más común en mujeres mayores.
Un suministro de sangre inadecuado es una causa común de un revestimiento delgado del útero. Por alguna razón, el flujo sanguíneo al útero se vuelve anormalmente bajo. El flujo sanguíneo uterino es algo difícil de determinar, pero algunos médicos han probado algunos medicamentos recetados para corregir el problema. Estos medicamentos están diseñados para estimular el flujo sanguíneo a los órganos reproductores y han demostrado cierto éxito.
Los niveles bajos de estrógeno son otra causa común de un revestimiento del útero más delgado. Los niveles normales de estrógeno pueden verse alterados por cambios hormonales, medicamentos recetados y enfermedades, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP). Algunos cambios hormonales son el resultado del proceso normal de envejecimiento. Estos pueden ocurrir durante la pubertad cuando el ciclo menstrual está comenzando y en la mitad de la vida cuando el ciclo comienza a terminar.
Las mujeres entre los 40 y los 30 años pueden desarrollar de forma natural un revestimiento delgado del útero. Esto se debe a la disminución de los niveles de estrógeno a medida que el cuerpo entra en la perimenopausia o la menopausia misma. Algunas mujeres entre mediados y finales de los XNUMX también notan una disminución natural en el grosor del revestimiento.
A veces, los niveles anormales de estrógeno se deben a afecciones subyacentes. El SOP puede provocar un desequilibrio entre las hormonas reproductivas masculinas y femeninas. La afección produce un aumento de los niveles de andrógenos, lo que conduce a ciclos menstruales irregulares, vello facial no deseado, calvicie de patrón masculino, acné quístico y dolor pélvico. Una vez diagnosticado, el síndrome de ovario poliquístico es una afección tratable con el uso de píldoras anticonceptivas y otros reguladores hormonales.
El daño al útero puede hacer que el revestimiento se vuelva más delgado que el promedio. La cicatrización, la inflamación y la infección pueden hacer que el flujo sanguíneo sea inadecuado. Se han desarrollado procedimientos médicos para eliminar el tejido cicatrizado del útero y mejorar el grosor de su revestimiento.
Una condición conocida como adenomiosis hace que el revestimiento se acumule dentro de los músculos del útero. Esto da como resultado que el revestimiento interior se vuelva menos denso o perceptible. La adenomiosis no tiene una causa conocida, pero generalmente se observa en mujeres mayores. Por lo general, a estas mujeres solo les quedan unos pocos años de capacidad reproductiva.
Hay algunos medicamentos recetados que pueden provocar un revestimiento delgado del útero. Cualquier medicamento que reduzca los niveles de estrógeno puede causarlo. El uso prolongado de estos medicamentos generalmente se asocia con un revestimiento delgado del útero.