La hiperplasia folicular es un trastorno benigno de los glóbulos blancos en el que los ganglios linfáticos se agrandan debido a un mayor número de centros germinales, áreas donde las células maduran y se diferencian para suministrar al sistema linfático nuevos glóbulos blancos. Puede haber varias causas diferentes, y un médico puede proporcionar tratamiento, si es necesario, después de evaluar al paciente y aprender más sobre la afección. Es importante saber que la hiperplasia folicular no es un cáncer como el linfoma de Hodgkin, pero es posible que un médico deba realizar algunas pruebas de cáncer para descartarlo, por si acaso.
Los pacientes suelen desarrollar esta afección en respuesta a una infección o inflamación. Los ganglios linfáticos se hinchan y agrandan no solo porque acumulan más detritos cuando el sistema inmunológico entra en acción, sino porque los centros germinales pueden proliferar para satisfacer las necesidades del sistema inmunológico. Si un médico toma una biopsia, verá una variedad de muchos tipos de células linfáticas, junto con más centros germinales de lo habitual, incluso en lo profundo del ganglio linfático.
La presencia de una mezcla de células linfáticas es un signo de hiperplasia folicular, a diferencia de las condiciones cancerosas. En un ganglio linfático canceroso, el patólogo esperaría ver solo un tipo de célula, el resultado de una célula cancerosa que se vuelve rebelde y se replica sin control. Una combinación de muchos tipos de células sugiere un crecimiento benigno y no se propagará a otros ganglios linfáticos ni a los tejidos vecinos.
Los casos de hiperplasia folicular pueden estar asociados con linfedema, donde las extremidades se hinchan con líquido. Esto sucede cuando el sistema linfático no puede eliminar el líquido lo suficientemente rápido y comienza a acumularse, especialmente en los pies y las piernas. Un médico puede recomendar prendas de compresión para evitar la acumulación y hacer que el líquido existente vuelva lentamente a la circulación para que el cuerpo pueda eliminarlo. Otros tratamientos pueden incluir cambios en la dieta y medicamentos.
Cuando un médico siente un ganglio linfático inflamado, tomará nota de todos los demás sistemas y puede solicitar algunas pruebas médicas para obtener más información sobre la causa. Con la hiperplasia folicular, el médico quiere asegurarse de que se descarten las neoplasias malignas, porque el tratamiento será diferente según la causa. Las pruebas de diagnóstico reducirán el riesgo de hacer recomendaciones de tratamiento incorrectas que podrían resultar en el fracaso del tratamiento de una neoplasia maligna en las primeras etapas, cuando aún sería manejable y el paciente tendría un buen pronóstico.