¿Qué es un absceso bucal?

Un absceso bucal es una acumulación localizada de pus en la boca. Generalmente es causada por una infección en la boca. La infección puede provenir de cualquier estructura de la boca, incluidos los dientes, las encías, la lengua o la mandíbula. Un factor que puede contribuir a la formación de un absceso bucal es la predisposición a las infecciones debido a un sistema inmunológico debilitado. Más comúnmente, los abscesos en la boca son causados ​​por una mala higiene dental.

Una de las causas más comunes de un absceso bucal es una infección dental. Esto generalmente es causado por una infección bacteriana en un diente. Una infección dental puede desarrollarse como resultado de un diente con caries. Las lesiones que causan roturas o astillas en los dientes también pueden provocar inflamación. El dolor de muelas es una de las características más dominantes de este tipo de infección, que generalmente requerirá atención médica.

Las infecciones dentales suelen ser una mala experiencia en general. Además del dolor de muelas, pueden ser síntomas fiebre, escalofríos y una sensación de malestar general. Algunas personas pueden tener hinchazón en las glándulas del cuello. Los dientes también pueden volverse demasiado sensibles a las bebidas y alimentos que están muy calientes o fríos. Una de las quejas más vergonzosas de esta afección puede ser el mal aliento.

La gingivitis es una inflamación de las encías que puede provocar un absceso periodontal. Este tipo de absceso bucal generalmente aparecerá en las encías. Si no se trata, esto podría provocar periodontitis, que es una enfermedad grave de las encías. La enfermedad puede extenderse desde las encías hasta los ligamentos que sostienen los dientes. A medida que avanza, los dientes generalmente se alejarán más de las encías y pueden comenzar a caerse.

El sangrado de las encías es un síntoma común de un absceso bucal en las encías. Generalmente, cepillarse los dientes inducirá el sangrado. Puede haber dolor en las encías y pueden volverse sensibles al tacto. En apariencia, las encías pueden enrojecerse e hincharse. Algunas personas también pueden experimentar un mal sabor de boca.

Los abscesos bucales también se pueden formar en la mandíbula. Se puede formar un absceso en la mandíbula si la infección viaja desde una estructura cercana en la boca. También puede ser causado por una lesión. La mandíbula puede lesionarse mordiéndola o si es penetrada por un objeto extraño afilado desde el interior de la boca. En incidencias muy graves, el hueso de la mandíbula puede infectarse con un absceso bucal o dental si la infección se desplaza hacia el hueso.

Se debe consultar a un dentista para diagnosticar adecuadamente un absceso bucal. El tiempo es fundamental, ya que un absceso puede convertirse en una situación muy grave. Si no se trata adecuadamente, puede haber pérdida de dientes; una infección no tratada también puede dañar otras partes del cuerpo. Los antibióticos son la forma más general de tratamiento para eliminar la infección, junto con los medicamentos antiinflamatorios para el dolor. Una de las formas más generales de prevenir un absceso o una recurrencia es mejorar la higiene dental.