¿Qué es la histeria femenina?

La histeria femenina era un diagnóstico médico común asignado específicamente a las mujeres para describir un conjunto de síntomas que incluían aturdimiento, nerviosismo, insomnio, pérdida de apetito y una amplia gama de otros. El diagnóstico fue común y comúnmente discutido en el siglo XIX, aunque fue aceptado como una enfermedad real y grave durante cientos de años antes de eso. La histeria femenina ya no es aceptada por la comunidad médica como un diagnóstico correcto o razonable. La “histeria” se usó a menudo como un diagnóstico general que reflejaba la falta de conocimiento de la diversidad y complejidad de las condiciones psicológicas, y desde entonces, un mayor conocimiento ha llevado a diagnósticos más precisos.

No existía una lista única y precisa de síntomas mediante la cual los profesionales médicos pudieran clasificar los casos de histeria femenina. En muchos casos, cualquier combinación de síntomas mal definidos o incluso patrones de comportamiento que difieran de las expectativas sociales podría etiquetarse como histeria femenina. En algunos casos, las mujeres «afligidas» fueron impulsadas a buscar tratamiento por comportamiento aberrante por parte de los hombres en sus vidas, como padres, esposos u otros, ya sea que las mujeres experimentaran o no alguna molestia o se creyeran enfermas de alguna manera. La naturaleza del diagnóstico de la afección generalmente reflejaba la naturaleza de las relaciones de género al menos tanto como reflejaba la insuficiencia del conocimiento en el área de los diagnósticos psicológicos.

Los tratamientos comunes para la histeria femenina también reflejan las relaciones de género de la época en que prevalecía la «condición». Los médicos administraban «masaje pélvico» o estimulación manual de los genitales femeninos, hasta que el individuo «afectado» alcanzaba un estado de «paroxismo histérico», ahora entendido como orgasmo. En general, no se consideraba posible curar la histeria, por lo que una mujer «afligida» tendría que buscar esta forma de tratamiento de forma regular. Se inventó una variedad de dispositivos para hacer que este proceso de tratamiento sea más eficiente y más cómodo tanto para el paciente como para el individuo que administra el tratamiento.

Los casos de este trastorno disminuyeron sustancialmente a principios del siglo XX. Un mayor conocimiento y aceptación de la psicología condujo a una comprensión ligeramente mejor de la naturaleza del trastorno. Los médicos y psicólogos llegaron a comprender una gama más amplia de trastornos psicológicos más específicos que ocuparon el lugar de un diagnóstico amplio de histeria. El psicoanálisis freudiano proporcionó otro enfoque de tratamiento y trató de demostrar que muchos casos de histeria femenina eran en realidad neurosis basadas en alguna forma de ansiedad o en un evento traumático pasado en la vida del individuo afligido.