Los resultados de las pruebas de audición se ilustran con un gráfico estandarizado llamado audiograma. Los resultados separados para los oídos izquierdo y derecho se indican mediante la colocación de una O o una X en un eje vertical y horizontal para mostrar la gravedad y la configuración de la pérdida auditiva, y la ubicación en la mitad inferior del gráfico indica una pérdida grave o profunda. El rango normal para un adulto suele estar entre -10 decibeles (dB) y 25 dB. Se esperan diferentes rangos para los niños porque no responden a las indicaciones de la prueba con la misma precisión que los adultos.
Los resultados de la prueba de audición de una persona se pueden interpretar anotando la ubicación de la O y la X en el audiograma. La O, o en ocasiones una forma triangular, indica la oreja derecha; la oreja izquierda se indica con una X o, a veces, con un cuadrado. El audiograma puede ayudar a diagnosticar la pérdida auditiva como conductiva, neurosensorial o mixta. También puede mostrar si la pérdida es unilateral, que afecta solo a un oído, o bilateral, que afecta a ambos oídos. Normalmente, los resultados para los oídos izquierdo y derecho no son idénticos.
En un audiograma que muestra los resultados de una prueba de audición, la ubicación de los indicadores O y X se basa en la evaluación de la capacidad del individuo para percibir rangos de frecuencia y grados de volumen específicos. El audiograma usa líneas horizontales para mostrar el volumen, con los sonidos más suaves en la parte superior del gráfico y los sonidos más fuertes en la parte inferior. Las líneas verticales representan frecuencias o tonos específicos, medidos en hercios (Hz). El tono más bajo, como un bombo, está en el extremo izquierdo y el tono más alto, como el canto de un pájaro, está en el extremo derecho.
En un adulto, los resultados de las pruebas de audición se consideran normales cuando el oído percibe un sonido en el rango de decibelios de -10 dB a 25 dB. La pérdida auditiva leve se indica en un rango de 26 a 40 dB, mientras que la pérdida moderada está en un rango de 41 a 55 dB. Un rango de 56 a 70 dB se considera moderadamente severo; 71-90 dB es grave; y más de 90 dB se considera una pérdida auditiva profunda.
Dos tipos de pérdida auditiva que pueden evaluarse mediante los resultados de las pruebas auditivas son la conductiva y la neurosensorial. En la pérdida auditiva conductiva, que a veces puede corregirse quirúrgicamente o médicamente, el sonido no viaja de manera eficiente a través del canal auditivo. En la pérdida auditiva neurosensorial, hay daño en el oído interno o en las vías nerviosas que llegan al cerebro desde el oído interno; Este es el tipo más común de pérdida auditiva permanente y, por lo general, no se puede corregir con cirugía.