La vasculitis autoinmune es el nombre que se le da a un grupo de enfermedades que se caracterizan por vasos sanguíneos dañados e inflamados. La vasculitis ocurre principalmente debido a una reacción autoinmune, que hace que el cuerpo ataque sus propios vasos sanguíneos con glóbulos blancos. Esto provoca inflamación y paredes celulares más débiles y, finalmente, compromete el vaso, impidiendo un flujo sanguíneo adecuado. Muchos de los síntomas de la vasculitis autoinmune son causados por un flujo sanguíneo restringido a los órganos debido a vasos sanguíneos más débiles. Los síntomas comunes incluyen fiebre, debilidad y dolores, que a menudo van acompañados de síntomas específicos de órganos, según los órganos afectados.
Este tipo de vasculitis se diagnostica mediante análisis de sangre para verificar la funcionalidad de cada órgano y buscar un aumento en el recuento de glóbulos blancos. Por lo general, la inflamación será visible y puede haber un sarpullido donde los vasos sanguíneos se hayan roto debido a la tensión. Algunos pacientes informan decoloración de los dedos de las manos y los pies y una sensación de ardor en las articulaciones afectadas.
Cuando se trata de manera efectiva, la vasculitis autoinmune generalmente no es fatal. El diagnóstico y el tratamiento tempranos son esenciales para prevenir fallas orgánicas y otros problemas. El tratamiento para la vasculitis a menudo se adapta de forma independiente a cada caso individual, pero generalmente implicará un esteroide para contrarrestar la inflamación y medicamentos para inhibir el sistema inmunológico y prevenir nuevos ataques. Dependiendo de la gravedad de la enfermedad, es posible que también se requieran medicamentos para estimular la función de los órganos, y es posible que sea necesario un inmunosupresor para evitar un daño mayor a otros vasos sanguíneos. La cirugía suele ser un último recurso, aunque puede ser necesaria en los casos en que este tipo de vasculitis afecte al cerebro, los riñones o los pulmones.
Se desconoce la causa de la vasculitis autoinmune. Es una enfermedad rara, que afecta a pacientes de cualquier edad y en diversos grados de gravedad. Algunos pacientes controlan su enfermedad fácilmente y entran en períodos prolongados de remisión, pero otros encuentran que su condición los incapacita. La vasculitis puede ser un síntoma de enfermedades como la artritis reumatoide o los linfomas, o puede ser el resultado de la exposición a sustancias químicas como la cocaína y las anfetaminas. Esta afección a menudo se acompaña de otras afecciones del sistema inmunológico bajo, como el síndrome del intestino irritable o la colitis de Crohn.