En un sentido general, la palabra libido se usa para describir el deseo básico de sexo. El término fue acuñado por el psiquiatra Sigmund Freud. Originalmente, usó la palabra específicamente para describir el impulso sexual, pero finalmente, comenzó a usarla para describir el deseo humano general de crear. A menudo lo comparaba con el deseo de destruir. Esta definición más amplia se usa con menos frecuencia, y cuando la mayoría de la gente habla de libido, por lo general se refiere específicamente al deseo sexual.
El impulso sexual tiene el propósito evolutivo de obligar a una especie a procrear. Casi todos los animales complejos tienen libido de una forma u otra. Con los humanos, el impulso sexual es algo que ocurre durante todo el año, mientras que la mayoría de los otros mamíferos tienen un impulso sexual estacional. El impulso sexual humano también es muy mental y está profundamente ligado a nuestro comportamiento cultural. Muchos científicos piensan que el impulso básico por el sexo es totalmente biológico, pero los detalles de lo que atrae a las personas pueden verse influenciados culturalmente, especialmente a una edad temprana.
La libido tanto en hombres como en mujeres está directamente relacionada con la testosterona. Los hombres tienen aproximadamente 40 veces más testosterona que las mujeres, y esta es la razón por la que generalmente se piensa que los hombres tienen un impulso sexual más intenso y un comportamiento más agresivo. Esta disparidad en la testosterona también existe generalmente entre otros mamíferos, y la mayoría de las especies muestran un sesgo hacia la agresión masculina y el impulso sexual más intensos en comparación con las hembras. Los niveles bajos de testosterona pueden ser la causa de una disminución del deseo sexual tanto en hombres como en mujeres y, en algunos casos, la terapia con testosterona ha sido eficaz para tratar la disminución de la libido, especialmente para las mujeres menopáusicas.
A medida que las personas envejecen, su deseo sexual suele disminuir. Muchas personas han buscado diferentes soluciones terapéuticas a este problema. Ciertos medicamentos de mejora se desarrollaron para hombres, pero no hay tantos medicamentos disponibles para mujeres. Algunas personas tienen la esperanza de que la terapia con testosterona pueda ser una solución, pero aún se está probando.
La edad es la causa más común de disminución del deseo sexual, pero existen muchas otras razones. A veces, un deseo sexual reducido puede ser el resultado de una enfermedad o abuso de drogas. El alcoholismo es una causa especialmente común de disminución del deseo sexual. Para las mujeres, generalmente es común que la pérdida del deseo sexual se deba a problemas emocionales. Las mujeres tienden a ser un poco más impulsadas psicológicamente en términos de sexo, mientras que los hombres suelen estar más impulsados por impulsos visuales.