La neuropatía por estatinas es un efecto secundario potencial de las estatinas donde el paciente desarrolla disfunción en el sistema nervioso periférico en respuesta a la medicación. Los estudios han demostrado que el daño asociado con la neuropatía por estatinas es reversible. Este efecto secundario se puede observar en aproximadamente el 10% de las personas que toman estatinas, en diversos grados de gravedad. Es importante informar los efectos secundarios a un médico para su discusión y evaluación, de modo que el médico pueda determinar si es necesario realizar algún cambio en el curso de tratamiento de un paciente.
Las causas de la neuropatía por estatinas no se comprenden, aunque los investigadores sospechan que tiene algo que ver con las interrupciones del proceso de síntesis del colesterol, una parte clave del funcionamiento de las estatinas. En numerosos estudios sobre poblaciones que toman estos medicamentos para controlar el colesterol, los médicos han podido eliminar otras posibles causas de neuropatía, lo que confirma que las estatinas son de hecho la causa.
La neuropatía por estatinas generalmente comienza con debilidad muscular. El paciente puede sentir entumecimiento y hormigueo. Si se permite que progrese, se pueden desarrollar problemas como dificultad para hablar o tragar y una marcha inestable a medida que se involucra una mayor parte del sistema nervioso. Es importante tener en cuenta que la debilidad muscular también es una señal de advertencia temprana de rabdomiólisis, otro efecto secundario potencial del uso de estatinas, donde el cuerpo comienza a descomponer su propio tejido muscular. Esta afección es muy grave y los pacientes que experimentan debilidad muscular y dolor muscular intenso mientras toman estatinas deben comunicarse con sus médicos de inmediato.
Cuando se retira de las estatinas, el paciente debería mejorar. Con el tiempo, la función nerviosa periférica volverá a la normalidad y los síntomas desaparecerán. Si un paciente tiene una neuropatía grave por estatinas, un médico puede recomendarle que deje de tomar los medicamentos, al menos durante un período breve. Los médicos también pueden intentar cambiar los medicamentos o las dosis para ver si el problema se resuelve.
Los pacientes a los que se les quitó estatinas aún pueden tener problemas de colesterol. Se pueden usar controles dietéticos para tratar de mantener el colesterol manejable, y el paciente también debe permanecer alerta a los primeros signos de advertencia de las condiciones de salud asociadas con el colesterol alto, como las enfermedades cardiovasculares. Una consecuencia de no poder tomar estatinas puede ser la necesidad de una intervención médica para abordar problemas como arterias bloqueadas y obstruidas alrededor del corazón. Los riesgos y beneficios de suspender el tratamiento con estatinas deben revisarse con un médico cuando se analice esta opción para controlar la neuropatía por estatinas.