¿Qué es la presión ocular normal?

Durante un examen de la vista, un tonómetro medirá la presión del líquido detrás de la córnea. Para que se considere presión ocular normal, la medición debe estar entre 10 y 20 mmHg. La lectura puede variar según la posición del cuerpo, la hora del día y factores como la medicación o la ingesta de líquidos. Un aumento de la presión puede ser una señal de advertencia de problemas, sobre todo glaucoma.

La córnea del ojo está llena de un líquido espeso llamado humor acuoso. Este líquido ayuda a mantener la córnea curvada e inflada. El ojo produce constantemente nuevo humor acuoso y drena el viejo. La presión del líquido se mide con un tonómetro, que mide la cantidad de fuerza necesaria para aplanar un área de la córnea. El grosor de la córnea individual puede afectar los resultados.

Hay varias formas de medir la presión ocular. Algunos tonómetros implican contacto directo con el ojo, que generalmente requiere un anestésico tópico y se consideran el método más confiable. Varios métodos sin contacto involucran un tonómetro que empuja una bocanada de aire en la córnea y mide la fuerza del aire cuando golpea. Este estilo es bueno para niños o personas que están nerviosas por que una máquina les toque los ojos.

El tonómetro mide la presión ocular normal en milímetros de mercurio (Hg). El rango saludable es de 10 a 20 mmHg, con un promedio de 14 a 16 mmHg. La cantidad de presión puede variar a lo largo del día y puede cambiar según la posición del cuerpo. Los factores que normalmente afectan la salud general, como el ejercicio, los medicamentos o la ingesta de alcohol, también pueden afectar la presión ocular.

Aunque la presión ocular normal generalmente aumenta con la edad, un aumento marcado o una diferencia en la presión en cada ojo pueden ser señales de advertencia de problemas de salud. La presión alta a menudo se observa con el glaucoma, aunque la enfermedad puede desarrollarse sin ella. La presión ocular superior a 21 mmHg puede dañar el nervio óptico y provocar ceguera. Si el glaucoma se detecta temprano, los médicos pueden retrasar la enfermedad. Sin embargo, una vez que el ojo está dañado, es difícil de reparar. Por eso es importante hacerse chequeos regulares para medir la presión ocular normal y detectar los problemas a tiempo.