¿Qué es un quiste hepático?

Un quiste hepático o quiste hepático es, simplemente, un quiste en el hígado de un organismo. Por lo general, se lo conoce como quiste simple o quiste no parasitario. Por lo general, no causan complicaciones o incluso síntomas, y a menudo no requieren tratamiento, a menos que estén causando complicaciones en el paciente. Los médicos todavía están tratando de averiguar qué causa la mayoría de estos quistes, pero en algunos casos, pueden ser causados ​​por complicaciones médicas graves.

En la mayoría de los casos, se desconoce la causa de un quiste hepático. Sin embargo, muchos médicos creen que lo más probable es que estos quistes sean genéticos y que ya estén presentes cuando nace una persona. Un pequeño porcentaje de estos quistes son causados ​​por otros problemas médicos graves. Ciertas enfermedades, como la enfermedad poliquística del hígado, la enfermedad de Caroli y el cáncer de hígado, pueden provocar la formación de varios quistes en el hígado.

Otra causa, menos común, de estos quistes es una infección parasitaria del hígado, conocida como enfermedad equinocócica o hidatica. Esto sucede a menudo cuando se ingieren alimentos contaminados con huevos de cierto tipo de tenia. En los Estados Unidos, esta enfermedad es bastante rara, pero se han informado algunos casos. Más comúnmente, se puede encontrar en países de América del Sur, África y Asia.

Por lo general, lleno de un líquido o un líquido espeso, un quiste hepático rara vez causará complicaciones o síntomas en el paciente. Muchos de ellos pasarán desapercibidos durante años o posiblemente toda la vida. El diagnóstico generalmente ocurre durante el tratamiento o las pruebas para otra afección, a menudo no relacionada. Cuando se descubren, normalmente un médico los supervisa para detectar cualquier cambio de tamaño u otras posibles complicaciones.

Sin embargo, si un quiste hepático se vuelve demasiado grande, el paciente puede experimentar algunos síntomas. Estos síntomas pueden incluir dolor o hinchazón abdominal, a menudo causados ​​por el agrandamiento del hígado o un conducto biliar bloqueado. Cuando un quiste normalmente benigno se infecta, también puede causar problemas, por lo que puede ser necesario un tratamiento.

Según la causa de un quiste hepático, las opciones de tratamiento pueden variar. Si la causa es una infección, generalmente es necesario un tratamiento con antibióticos para curarla. Otras opciones de tratamiento incluyen extirpar quirúrgicamente el quiste o drenarlo. Además, es importante tratar cualquier enfermedad subyacente que pueda estar causando los quistes, ya que pueden ser fatales o causar más complicaciones. Es muy probable que se eliminen todos los quistes del hígado para prevenir problemas.