¿Qué es un pólipo pediculado?

Un pólipo pediculado es un crecimiento de la piel que se adhiere al cuerpo a través de un tallo alargado. Este tipo de crecimiento se encuentra más comúnmente en el colon o el útero, pero también puede ocurrir en otras partes del cuerpo. Los pólipos pedunculados contrastan con los pólipos sésiles, que son crecimientos de la piel que carecen del tallo o tallo que califica a un pólipo como pedunculado. La mayoría de los pólipos son inofensivos, pero algunos pueden volverse cancerosos con el tiempo, por lo que generalmente se eliminan una vez que se encuentran.

Pueden ocurrir muchos tipos de crecimientos anormales en el cuerpo humano, algunos de los cuales son dañinos y otros no. Un pólipo pediculado generalmente no es dañino, pero puede causar problemas si crece en un área donde causa irritación por contacto con órganos o tejidos sensibles. Con el tiempo, un pólipo ignorado o no identificado puede volverse canceroso y causar problemas aún más graves para el cuerpo.

Los pólipos benignos son aquellos que no son cancerosos, mientras que los pólipos malignos son cancerosos. Los profesionales médicos no pueden determinar si algún pólipo es benigno o maligno a simple vista. Por esta razón, generalmente se extraen poco después de que se encuentran para analizar el tejido en busca de cáncer. Si se encuentra cáncer, se pueden recomendar más pruebas y tratamiento.

Cualquier parte del cuerpo que contenga membranas mucosas es un sitio potencial de crecimiento para un pólipo pediculado. Esto incluye la nariz, la vejiga e incluso las cuerdas vocales. Los problemas asociados con el crecimiento varían según el lugar en el que se produzca. Por ejemplo, un pólipo en las cuerdas vocales puede causar dificultades en el habla, como voz ronca y dolor al hablar.

Un pólipo pediculado en el colon generalmente no causa síntomas, aunque uno particularmente grande puede causar sangrado rectal o un cambio en los hábitos intestinales. La mayoría de los pólipos de colon se localizan durante un examen de rutina y, una vez identificados, generalmente se extirpan debido al riesgo de que se conviertan en cáncer de colon. El riesgo suele ser pequeño, pero los profesionales de la salud casi siempre recomiendan la extracción para eliminar incluso el más mínimo riesgo de cáncer.

Los pólipos uterinos pueden causar sangrado menstrual irregular, pero a menudo no causan ningún síntoma. A veces, uno puede ser lo suficientemente grande como para sobresalir en la vagina. Si el pólipo se vuelve problemático, un profesional médico puede recetar un tratamiento hormonal antes de recomendar un procedimiento de extirpación invasivo. Cuando se recomienda la extirpación, el pólipo generalmente se extirpa del útero mientras la paciente está bajo anestesia general.