Hay dos causas de los lipomas abdominales, que son tumores benignos formados por tejido graso. La primera es una mutación genética, mientras que la segunda es una condición hereditaria conocida como lipomatosis que provoca la aparición de múltiples lipomas. Uno de estos lipomas puede aparecer justo debajo de la piel en la capa subcutánea o dentro de la pared muscular, lo que puede causar molestias y requerir una extirpación quirúrgica.
Aunque un lipoma es un tumor, una colección de células que se dividen continuamente, no es maligno. Esto significa que las células de un lipoma no pueden viajar a otros órganos y tejidos y crear nuevos tumores. Un lipoma abdominal promedio crece entre 0.39 y 0.78 pulgadas (1 y 2 cm) de diámetro y es duro al tacto. Dependiendo del subtipo particular de lipoma, tocarlo puede producir dolor.
La primera causa de un lipoma abdominal es una mutación genética. Todos los cánceres comienzan cuando una mutación genética en una sola célula hace que se replique continuamente en lugar de sufrir una muerte celular programada. En el caso del lipoma, estas células son siempre células grasas, que se agrupan en un solo tumor. Aunque la mayoría de los ejemplos son pequeños, algunos pueden seguir creciendo hasta el tamaño de un puño o más.
La segunda causa es la lipomatosis. Esta es una condición hereditaria que hace que se desarrollen múltiples lipomas en todo el cuerpo, principalmente en el tronco. La aparición de múltiples tumores no es un signo de cáncer maligno, sino más bien una predisposición a que los lipomas aparezcan en varios lugares simultáneamente. Estos tumores, si aparecen en la capa subcutánea, pueden causar protuberancias visibles que pueden resultar desagradables estéticamente para el paciente.
El diagnóstico de un lipoma abdominal requiere un examen físico y radiografías. Un examen físico le da al proveedor de atención médica del paciente la oportunidad de palpar el lipoma, mientras que la radiografía proporciona una confirmación visual. Las imágenes también pueden descubrir un segundo o tercer lipoma inadvertido en el abdomen. Si un paciente no nota físicamente el lipoma, no es necesario ningún tratamiento más que verificar si ha crecido durante los exámenes físicos anuales. Los que son grandes y / o están situados entre los músculos abdominales pueden requerir cirugía para evitar complicaciones, como sensibilidad o dolor.
La extirpación quirúrgica del lipoma se puede lograr mediante una variedad de técnicas. La resección simple requiere un pequeño corte en la piel y el tumor se extrae en una sola pieza. La extirpación endoscópica, utilizando una cámara en miniatura e incisiones menores, puede lograr el mismo efecto si el lipoma es lo suficientemente pequeño. También se puede realizar una liposucción, que consiste en romper el lipoma en pequeños pedazos dentro del cuerpo antes de succionarlos a través de un tubo. Una vez extirpados, los lipomas abdominales generalmente no vuelven a crecer.