La urticaria autoinmune es una afección médica en la que un individuo experimenta urticaria crónica o ronchas con picazón que no son causadas por un alérgeno específico u otro desencadenante identificable. En este caso, la urticaria podría estar relacionada con un trastorno autoinmune subyacente, como el lupus o la enfermedad de la tiroides. La urticaria crónica generalmente no pone en peligro la vida, pero puede ser debilitante. Los síntomas se tratan con el uso diario de antihistamínicos u otros medicamentos, además de los esfuerzos para tratar las afecciones autoinmunes subyacentes según corresponda.
La urticaria es el término médico para la presencia de ronchas, que son ronchas rojas o rosadas que surgen espontáneamente en la piel. Esto ocurre cuando el cuerpo libera una sustancia química llamada histamina que hace que el plasma sanguíneo se escape de los vasos sanguíneos de la piel. En algunas personas, la urticaria se desencadena por condiciones como el calor o el estrés. También pueden ser una reacción alérgica a alimentos específicos oa ciertos medicamentos, como codeína, aspirina o medicamentos antiinflamatorios no esteroides como el ibuprofeno. Ocasionalmente, la urticaria se presenta sin un desencadenante aparente.
La urticaria crónica se refiere a la urticaria que dura más de seis semanas o que desaparece rápidamente pero reaparece con frecuencia. En la urticaria autoinmune, los episodios de urticaria no parecen tener un desencadenante específico y se cree que indican la presencia de un trastorno autoinmune, en el que el cuerpo del individuo responde a sí mismo como una amenaza. Esta afección se diagnostica mediante una combinación de un historial médico completo, un examen físico y, a veces, análisis de sangre o pruebas cutáneas.
El tratamiento de la urticaria autoinmune generalmente consiste en el uso diario de antihistamínicos orales para prevenir la aparición de urticaria. A menudo, los médicos recomiendan un antihistamínico no sedante como la loratidina (marca Claritin®) o fexofenadina (marca Allegra®) como primera línea de defensa. Otros tipos de antihistamínicos, que pueden causar somnolencia, incluyen difenhidramina (nombre de marca Benadryl®) y clorfeniramina (nombre de marca Chlor-Trimeton®). En algunos casos, los médicos pueden recomendar el uso de otros medicamentos para controlar la urticaria autoinmune, incluida la ranitidina (nombre de marca Zantac®), el uso a corto plazo de un corticosteroide oral como prednisona o ciertos antidepresivos tricílicos como la doxepina (nombre de marca Zonalon® ) para aliviar la picazón.
Además de la urticaria autoinmune, la urticaria puede adoptar muchas formas. Una afección similar a la urticaria llamada angioedema implica hinchazón de la cara, la garganta o los genitales que pueden picar o arder y, en ocasiones, pueden poner en peligro la vida. La urticaria física se refiere a la urticaria que se produce como reacción a la vibración, el calor, la exposición al sol, la presión u otros estímulos físicos, pero que desaparecen rápidamente cuando cesa el estímulo.