Las necesidades energéticas del mundo son cada vez mayores y más variadas a medida que pasa el tiempo. Una fuente de energía se ha desarrollado como una forma conveniente de alimentar dispositivos electrónicos y es la batería alcalina. Las baterías son esencialmente contenedores pequeños que contienen sustancias químicas que reaccionan para producir electricidad. La pila alcalina es el tipo de pila más común y versátil que se utiliza, y recibe su nombre por el electrolito alcalino cloruro de potasio, que es uno de los productos químicos que contiene.
Cada batería alcalina tiene dos extremos o terminales: un terminal positivo y uno negativo. Dentro de la batería, una reacción química produce electrones, que se acumulan en el terminal negativo de la batería. Sin embargo, a menos que el terminal negativo esté conectado al terminal positivo, la reacción química se detiene y no se produce más electricidad. Esta es la razón por la que una batería alcalina puede permanecer en un cajón o en un estante durante mucho tiempo y aún tener mucha energía cuando se necesita. Si no se usa, la batería no se gasta en un corto período de tiempo.
Por lo general, la batería se usa conectando algún tipo de dispositivo, como un motor, la bombilla de una linterna o una radio, por ejemplo. Los electrones salen del terminal negativo de la batería, a través de un cable al dispositivo. Allí alimentan el dispositivo antes de regresar al terminal positivo. Esto completa un circuito, lo que permite que continúe la reacción química y que la batería produzca más electrones. Cuando el dispositivo se apaga, el circuito se interrumpe de modo que los electrones ya no pueden fluir en un círculo completo. La batería deja de producir electrones, ya que los terminales ya no están conectados.
La batería alcalina es uno de los tipos de batería más modernos que se utilizan, ya que se introdujo por primera vez en la década de 1960. La primera batería fue creada por el científico Alessandro Volta en 1800. Volta hizo su batería apilando capas alternas de zinc, papel secante empapado en agua salada y plata. Cuanto mayor sea la pila, mayor será el voltaje producido por esta disposición. Este tipo de batería se conocía como pila voltaica. La batería alcalina moderna todavía utiliza los mismos principios fundamentales que la pila voltaica, a saber, dos tipos diferentes de metal, separados por un líquido que conduce la electricidad, con un terminal negativo y uno positivo.
Uno de los últimos avances ha sido el desarrollo de la batería alcalina recargable. Una fórmula diferente y una mezcla de materiales permite que estas no solo se recarguen, a diferencia de las baterías alcalinas tradicionales, sino que mantengan su carga durante años, a diferencia de otros tipos de baterías recargables. Estas baterías representan una forma de almacenamiento de energía que, en última instancia, es menos costosa para el consumidor y también tiene un menor impacto ambiental.