Un nanopolvo es un polvo extremadamente fino producido a nanoescala para aplicaciones en la industria y la investigación. Los métodos de producción pueden incluir molienda y tratamiento térmico para producir partículas extremadamente pequeñas de materiales como metales. Las empresas que producen nanopolvos pueden ofrecer una línea general de productos genéricos, así como polvos especiales para aplicaciones particulares. Muchos tienen catálogos disponibles para clientes potenciales y también pueden vender a través de distribuidores que distribuyen nanopolvos y productos que los incluyen.
Operar a nanoescala significa que un nanopolvo se mide en nanómetros, una unidad de medida muy pequeña. Esto requiere un alto grado de precisión de fabricación para controlar las condiciones y producir polvos del tamaño y la composición correctos. Si bien la nanotecnología a menudo se considera una invención moderna, los arqueólogos han demostrado que las culturas humanas anteriores pudieron producir y trabajar con estos productos. Ciertos esmaltes cerámicos, por ejemplo, muestran evidencia de nanopolvos utilizados para lograr efectos de vidriado muy específicos que de otro modo no hubieran sido posibles.
En aplicaciones de investigación, un nanopolvo se puede utilizar en una variedad de proyectos. Los investigadores pueden querer aprender más sobre las propiedades de un material dado a escala nanométrica y también podrían usar polvos en la producción de productos y componentes experimentales. Algunas instalaciones de investigación tienen la capacidad de fabricar nanopolvos para investigación, mientras que otras necesitan solicitarlas a un proveedor científico que se especialice en esta actividad.
En la industria, existen numerosos usos para estos polvos ultrafinos. La administración de fármacos dirigida puede depender de un portador de nanopolvo, por ejemplo, y estos compuestos se utilizan en combustibles sólidos, pastas conductoras y pinturas y esmaltes especializados. Los recubrimientos terminados con efectos metálicos a menudo se hacen con la ayuda de nanopolvos. También se utilizan como catalizadores en procesos industriales. Los equipos de investigación y desarrollo pueden explorar nuevas aplicaciones para estos productos, poniendo la investigación en un uso práctico inmediato.
Las precauciones de seguridad para trabajar con nanopolvos pueden variar, según la aplicación y el material. Los trabajadores pueden necesitar respiradores para evitar la inhalación accidental, o pueden necesitar tener cuidado debido a las toxinas presentes en los polvos o compuestos elaborados con ellos. Los entornos de trabajo generalmente deben estar muy limpios para limitar la contaminación y es posible que deban incluir características como sistemas separados de ventilación y filtración para mayor seguridad. Los productos experimentales fabricados con componentes de nanopolvo están sujetos a pruebas de seguridad, especialmente si se utilizarán en productos alimenticios o farmacéuticos donde pueda haber una amenaza para la salud humana.