La equitación natural es una disciplina del entrenamiento de caballos que cree que los entrenadores deben trabajar con caballos, utilizando la gentileza, el lenguaje corporal y la confianza para establecer una relación, en lugar de contra el caballo, con la fuerza bruta. Numerosas personas trabajan en el marco de la equitación natural, desarrollando sus propios estilos personales y transmitiéndolos a los jinetes y caballos con los que trabajan. El hilo común entre los entrenadores que parecen tener técnicas naturales de equitación radicalmente diferentes es que construyen una relación amistosa con el caballo, en lugar de una relación tensa o de adversario. Los entrenadores creen que las técnicas naturales de equitación dan como resultado un caballo tranquilo y agradable que coopera con su jinete en una asociación.
Como su nombre lo indica, la equitación natural se centra en los rasgos naturales de los caballos, observando las formas en que los caballos se comunican entre sí. Hay un gran énfasis en el lenguaje corporal, que los caballos utilizan como herramienta de comunicación desde una edad muy temprana. Aunque los humanos no pueden replicar con precisión el lenguaje corporal de los caballos, pueden ser conscientes de la ubicación de sus cuerpos en relación con un caballo. Además, la comunicación a través de los ojos y el tono de voz es una parte importante de la equitación natural.
El refuerzo es la clave para la equitación natural. Los caballos reciben un refuerzo positivo por una tarea que se realiza correctamente. Además, el entrenador utilizará una presión suave, firme, pero no fuerte, como herramienta de refuerzo negativo. Por ejemplo, si el entrenador quiere que el caballo se mueva hacia la derecha, puede colocar firmemente una mano sobre el hombro izquierdo del caballo, aplicando presión hasta que el caballo se mueva, momento en el que la presión se detendrá. El caballo ha aprendido que una situación negativa, en este caso la presión, se detendrá tan pronto como el caballo cumpla. Aprender cómo y cuándo aplicar presión como herramienta de entrenamiento es una parte importante de la equitación natural, de modo que la presión nunca se utilice como castigo.
Al estudiar el comportamiento equino, los entrenadores pueden confiar en el entrenamiento conductual para enseñar al caballo, en lugar de la fuerza, que tiende a generar una relación de miedo entre el caballo y el jinete. Al reforzar los comportamientos deseados, el entrenador espera guiar al caballo, alentar la acción correcta y hacer que la mala conducta sea un desafío. Debido a que es más lento que los métodos tradicionales de “frenado” de entrenamiento de caballos, la equitación natural requiere paciencia y una actitud positiva por parte del entrenador y del jinete. Sin embargo, muchos seguidores de la técnica de entrenamiento creen que el trabajo duro vale la pena.