¿Qué es el ferrofluido?

Un ferrofluido es un líquido que contiene piezas increíblemente pequeñas de una sustancia magnética. Los metales más utilizados son el cobalto, la magnetita y el hierro. Es importante que estas piezas de metal sean lo suficientemente pequeñas como para que permanezcan en estado líquido cuando se exponen a un imán. Este umbral está en algún lugar del orden de diez nanómetros.
Cuando muchas personas usan el término ferrofluido, también se refieren al fluido magnetorreológico, un fluido similar en todos los aspectos a un ferrofluido, excepto que el tamaño de las partículas es mayor. Esta diferencia de tamaño significa que el fluido se vuelve sólido cuando se expone a un campo magnético, luego se vuelve fluido cuando se elimina el campo magnético.

Las partículas de un ferrofluido pueden estar suspendidas en una de muchas sustancias diferentes. Los fluidos que se utilizan con mayor frecuencia son el agua y el aceite. A este fluido básico se le añade algún tipo de tensioactivo para hacer que el fluido sea más estable.
Una de las aplicaciones militares más importantes de un ferrofluido fue a fines de la década de 1980 como una forma de repulsión de radar. Pintados con pinturas ferrofluidas y no magnéticas, los aviones pueden absorber las ondas de radar y permanecer invisibles al radar cuando pasan por encima.

También se están llevando a cabo varios proyectos interesantes que utilizan ferrofluidos y fluidos magnetorreológicos. Uno de ellos busca crear ropa liviana y muy flexible que se pueda transformar en una armadura corporal resistente en menos de una centésima de segundo al generar un campo electromagnético para transformar los fluidos en un estado sólido. El ferrofluido también se utiliza como método de detección de cáncer, en altavoces y discos duros, y para sellar una amplia gama de dispositivos.

El ferrofluido es capaz de operar en temperaturas extremas, que van desde -55 ° C a 200 ° C (-67 ° F a 392 ° F), lo que los hace ideales para cualquier lugar de la Tierra y particularmente adecuados para las condiciones espaciales. Dado que el fluido y el material particulado utilizado pueden variar bastante, la mayoría de las propiedades de un ferrofluido pueden modificarse. La conductividad, la viscosidad y la volatilidad pueden verse afectadas en gran medida, lo que permite que la ciencia y la industria personalicen los ferrofluidos para satisfacer necesidades específicas.