La biotecnología blanca es la biotecnología que se utiliza con fines industriales. Las industrias que incorporan biotecnología blanca utilizan organismos vivos, materiales orgánicos o componentes químicos de organismos vivos como enzimas en el proceso de producción. Las aplicaciones de la biotecnología blanca que se utilizan o se investigan actualmente incluyen los procesos de fabricación, la creación de biomateriales y fuentes de energía alternativas. Además de los beneficios puramente comerciales, la biotecnología blanca también se está investigando como una forma de hacer que la industria sea más respetuosa con el medio ambiente al proporcionar fuentes de energía menos contaminantes, disminuir la dependencia de los combustibles fósiles y crear procesos industriales con menos subproductos contaminantes.
La descripción blanco se utiliza para diferenciar la biotecnología industrial de la biotecnología roja utilizada en medicina y la biotecnología verde utilizada en agricultura. Los límites entre estos campos son difusos. Por ejemplo, cultivar plantas u hongos para usarlos en la producción masiva de medicamentos tiene elementos de biotecnología tanto blanca como roja. Los biocombustibles eventualmente se pueden fabricar utilizando plantas diseñadas genéticamente para ese propósito específico y se ubicarían a caballo entre la línea entre la biotecnología verde y la blanca. La biotecnología blanca es el menos desarrollado de estos campos, y muchas de sus aplicaciones potenciales requerirán un mayor desarrollo antes de que sean económicamente viables.
Los procesos biológicos se basan en procesos químicos, por lo que la biotecnología blanca se está incorporando a muchos procesos de producción y productos que involucran reacciones químicas. Algunos productos químicos utilizados en la industria, como algunos polímeros y ácidos, pueden producirse biológicamente en lugar de por medios convencionales. Las enzimas industriales se pueden utilizar en procesos químicos intensivos como la producción de papel y el tratamiento de textiles y cuero para prendas de vestir. Los productos de limpieza elaborados con este tipo de biotecnología, como los detergentes para ropa y lavavajillas, utilizan enzimas en lugar de los productos químicos inorgánicos convencionales.
Otra aplicación es la bionergia, la producción de electricidad y combustible a partir de la energía química de la biomasa. Una ventaja de esto es que se puede producir bioenergía a partir de subproductos agrícolas como paja, estiércol y residuos de caña de azúcar. La biomasa también puede provenir de cultivos que se cultivan para ese propósito específico, como el maíz, la soja y algunos tipos de pasto. También se están investigando las algas como posible fuente de bioenergía. La bioenergía se utiliza en plantas de energía y en biocombustibles como etanol, biodiésel y bioéter. Las preocupaciones ambientales han sido un impulso importante para la investigación de biocombustibles, ya que los biocombustibles generalmente se queman de manera más limpia que los combustibles fósiles, son un recurso renovable y crean un uso para materiales que de otra manera simplemente se hubieran descartado como desechos.