Un megaohmio es una unidad de medida que describe la impedancia eléctrica. Meg- es un prefijo ligeramente abreviado para mega, que es 1 × 106; -ohm es la unidad básica, que está representada por la letra griega omega (Ω). Por tanto, un megaohmio es una medida de impedancia que representa un millón de ohmios. Un ohmio relaciona la resistencia de un sistema con el paso de un amperio de corriente entre dos puntos de un medio conductor, como un cable de cobre, que se mantiene a un potencial constante de un voltio. Esta es la base de la Ley de Ohm, llamada así por el físico alemán Georg Simon Ohm, quien desarrolló por primera vez esta relación entre los elementos más básicos de la electricidad en 1827.
El ohmio es la unidad de medida de impedancia eléctrica más aceptada por el Sistema Internacional de Unidades (SI). La impedancia eléctrica también se conoce comúnmente como resistencia, aunque en realidad esto solo es aplicable en el caso de corriente continua (CC). La ley de Ohm se puede representar mediante la ecuación V = IR: V es igual al voltaje que se mide en voltios, I es igual a la corriente que se mide en amperios y R es igual a la resistencia del conductor.
Cuando Ohm desarrolló lo que más tarde se conocería como la Ley de Ohm, sus colegas se burlaron de él y se burlaron de él. Se necesitarían seis años para obtener el reconocimiento de su descubrimiento, aunque había demostrado que la cantidad de corriente que pasaba a través de un objeto era directamente proporcional al voltaje a través del material a una temperatura fija. Esta observación empírica realizada por Ohm en 1827 proporcionó la base para comprender los circuitos eléctricos.
La unidad de proporcionalidad en la relación entre voltaje y corriente es la que ahora lleva el nombre de Ohm. En circuitos altamente resistivos, el ohmio a menudo se sustituye por el megaohmio cuando los ohmios individuales no son una escala aplicable. En consecuencia, una prueba de megaohmios se usa a menudo para descubrir la condición del aislamiento de un sistema, también llamada prueba de resistencia de aislamiento, donde el objetivo es mantener una ruta altamente resistiva, como en un compresor de refrigeración.