La podofilotoxina es un extracto resinoso de origen vegetal que se utiliza en el tratamiento de condilomas acuminados o verrugas genitales. Este extracto se obtiene de las raíces de una planta nativa de América del Norte llamada podophyllum peltatum, o mayapple. Las tribus nativas americanas alguna vez usaron esta planta para tratar infecciones parasitarias y mordeduras de serpientes y como laxante y purgante. La podofilotoxina se ha utilizado para tratar las verrugas genitales desde la década de 1930 y está disponible internacionalmente con marcas como Wartec® y Condyline®.
Las verrugas genitales son una enfermedad común de transmisión sexual causada por el virus del papiloma humano (VPH). Se sabe que existen más de cien tipos de VPH, más de 40 de los cuales pueden infectar la región genital. Dos cepas particulares del virus, llamadas HPV6 y HPV11, son las causas más comunes de verrugas genitales. Durante una infección activa con el virus, las verrugas pueden crecer en la región urogenital de hombres y mujeres, en el ano, el pene, el escroto, la vulva, la vagina y el cuello uterino.
La podofilotoxina es un tratamiento eficaz para las verrugas genitales, debido a su actividad como antimitótico. Esto significa que evita que las células de las verrugas infectadas por virus se dividan. El virus de la verruga requiere células en crecimiento activo en las que replicarse, por lo que al evitar el crecimiento de células infectadas, el virus se destruye. Finalmente, este tratamiento causa la muerte de todas las células infectadas por virus y un nuevo crecimiento de células sanas no infectadas.
La aplicación de podofilotoxina no es dolorosa, pero a medida que las células infectadas comienzan a morir, se puede esperar cierta irritación local de la piel. Por lo general, esto comienza el segundo o tercer día después del inicio del tratamiento. Es común y normal experimentar enrojecimiento, picazón, sensibilidad y dolor en el lugar del tratamiento.
Este medicamento también puede causar algunos efectos secundarios poco comunes y potencialmente dañinos. Estos incluyen sangrado o ardor en la piel tratada, dolores de cabeza, mareos y vómitos. Se debe buscar atención médica si ocurre alguno de estos efectos secundarios o si los efectos del tratamiento local continúan empeorando durante varios días.
Esta toxina no es específica de las células infectadas, lo que significa que tiene el potencial de dañar el tejido sano. Debido a esto, la podofilotoxina debe usarse con cuidado y solo como lo indique el fabricante o un médico. Las manos y el área infectada deben lavarse y secarse antes de aplicar el medicamento, y las manos deben lavarse minuciosamente después. Se debe tener cuidado para asegurarse de que el medicamento no se aplique accidentalmente a una piel sana. Este medicamento no debe ser usado por mujeres embarazadas o en período de lactancia, debido a sus efectos potencialmente dañinos en el feto o el bebé lactante.