La abstinencia de benzodiazepinas ocurre cuando un individuo dependiente del fármaco sufre una caída significativa y repentina de la dosis. Los síntomas de abstinencia son muy variados y pueden incluir problemas del tracto gastrointestinal, problemas del sistema respiratorio y disfunción sexual. Las alteraciones en la química del cerebro como resultado de la dependencia y la abstinencia también pueden resultar en un mal funcionamiento de la percepción, trastornos del estado de ánimo y funciones cognitivas deterioradas. La incidencia de desarrollar síntomas de abstinencia es impredecible; algunos estudios informan que solo el 15 por ciento de los pacientes que toman benzodiazpina durante un año sufren de abstinencia cuando se les quita el medicamento, mientras que otros informan una tasa de abstinencia del 100 por ciento. El tratamiento para la abstinencia de benzodiazepinas a menudo toma de varios meses a un año, pero las tasas de éxito son altas; los resultados de varios estudios informan tasas de éxito del 65 al 100 por ciento.
Al mejorar el efecto del ácido gamma-aminobutírico (GABA), un neurotransmisor inhibidor, la benzodiazepina tiene varios beneficios para los pacientes con trastornos asociados con una actividad neural excesiva. El fármaco psicoactivo se usa más ampliamente como sedante, aunque también es popular como tratamiento ansiolítico o ansiolítico. Los pacientes que padecen trastornos del sueño utilizan el fármaco por sus cualidades hipnóticas o inductoras del sueño. La benzodiazepina también se puede utilizar como anticonvulsivo para pacientes que sufren de temblores y descargas. Sin embargo, el efecto potenciador de GABA es la principal causa de dependencia y posterior abstinencia de benzodiazepinas cuando se interrumpe el tratamiento.
Durante períodos prolongados de tratamiento con benzodiazepinas, el cerebro se adapta al medicamento. Dado que el medicamento mejora los efectos inhibitorios del GABA, el cerebro se ajusta volviéndose más excitable. Si esta adaptación se produce antes de que finalice el tratamiento, la estimulación mejorada del cerebro en ausencia del fármaco conduce a los numerosos síntomas de abstinencia de las benzodiazepinas.
Los síntomas de la abstinencia de benzodiazepinas incluyen dolor y calambres abdominales, dificultad para respirar e incapacidad para mantener la excitación sexual. Además, los pacientes pueden experimentar alucinaciones táctiles, depresión y disminución de la agudeza mental. Los pacientes que sufren de abstinencia informan que sienten dolor en las articulaciones y músculos, cambios de humor repentinos y frecuentes e incluso cambios de personalidad. En las mujeres, se sabe que la abstinencia de benzodiazepinas se manifiesta como irregularidad menstrual y dismenorrea.
Los pacientes que sufren de abstinencia de benzodiazepinas son retirados lentamente del fármaco para normalizar sus sistemas y prevenir más descargas dañinas. La dosis del medicamento generalmente se divide con otro sedante, como diazepam. La dosis total de medicación se reduce en pequeños incrementos en un horario fijo, y tanto el tamaño del incremento como el tiempo dependen de la gravedad de los síntomas de abstinencia. El tratamiento puede durar desde unos pocos meses hasta más de un año, pero las tasas de éxito son muy favorables.