¿Qué es una reparación de fractura ósea?

Cuando una persona sufre una fractura de hueso, se dice que tiene una fractura de hueso. Potencialmente, cualquier hueso del cuerpo puede romperse o fracturarse. En la mayoría de los casos, una fractura de hueso es el resultado de una lesión física. Algunas personas adquieren fracturas mientras practican deporte, aunque caminar todos los días o una caída repentina también puede provocar este tipo de lesiones. A menudo, se pueden usar tratamientos no quirúrgicos para una fractura, pero si la fractura es grave, es posible que una persona necesite una reparación de la fractura ósea para restaurar la función ósea normal.

La reparación de una fractura ósea puede ser la única opción si los tratamientos no quirúrgicos no tienen éxito. Un médico puede intentar primero opciones conservadoras para tratar una fractura ósea. Una de las opciones conservadoras más populares es inmovilizar el hueso roto. Por lo general, a una persona se le asignará un aparato ortopédico o un yeso para evitar que el hueso se mueva. Esto permitirá que el hueso roto descanse y presente una oportunidad sin interrupciones para que se repare.

La razón general para realizar una reparación de una fractura ósea es realinear un hueso roto y restaurar su funcionalidad. Los cirujanos pueden comenzar esta cirugía accediendo al hueso fracturado a través de una incisión quirúrgica. Una vez realizada la incisión, el hueso se colocará en el lugar correcto. El cirujano puede usar placas, clavos, clavos y tornillos para conectar los huesos. Estos apéndices pueden dejarse en sus posiciones asumidas o retirarse después de que el hueso haya sanado adecuadamente.

Los injertos óseos pueden incorporarse como parte de la reparación de una fractura ósea. Un injerto de hueso implica tomar tejido óseo de otras partes del cuerpo e injertarlo en los huesos dañados. Esto se hará para promover el crecimiento de hueso nuevo en las áreas dañadas. A menudo, puede ser necesario un injerto óseo debido a una lesión o enfermedad que ha dañado un hueso. A una persona con un hueso gravemente fracturado se le puede realizar un injerto de hueso para reconstruir las porciones de hueso infligidas.

Después de la reparación de una fractura ósea, es posible que se requiera que una persona use un yeso o un aparato ortopédico para mantener el hueso en una posición estacionaria. En la mayoría de los casos, será necesario inmovilizar el hueso durante al menos seis semanas. Durante este tiempo de curación, los médicos pueden aconsejar al paciente que no haga nada que pueda ejercer presión sobre el hueso en recuperación. Por lo general, una persona podrá reanudar sus actividades físicas normales después de la reparación de una fractura ósea una vez que obtenga la aprobación del cirujano.