La coagulación con plasma de argón es un procedimiento quirúrgico que se utiliza para detener el sangrado sin tocar el tejido objetivo. Utilizado como una alternativa a la cauterización de los vasos sanguíneos o el uso de un láser, el proceso implica el uso de una sonda que dispara gas argón, que cierra una corriente eléctrica cuando golpea tejidos biológicos. La punta del dispositivo se puede ubicar hasta 0.39 pulgadas (1 centímetro) por encima de la superficie, y la energía térmica puede cortar hasta 0.78 a 1.18 pulgadas (2 a 3 centímetros) de profundidad. Este procedimiento se usa para detener el sangrado durante la cirugía o procedimientos endoscópicos, disolver tumores y eliminar el crecimiento de tejido de los stents.
El calor de la coagulación del plasma de argón evapora el agua del interior y alrededor de las células del área. También altera las proteínas de manera que la coagulación se produce en el acto. Además de la sonda, hay un cable de tungsteno justo dentro de la sonda que es capaz de producir 6,000 voltios de electricidad, lo que crea una fuente de ignición e ioniza el gas argón. Un carro quirúrgico utilizado durante el procedimiento también incluye un generador electroquirúrgico, tanques de gas argón, un pedal y un panel de control. Es posible ajustar los niveles de potencia durante la coagulación y aumentar el flujo de argón para mover los desechos o la sangre residual fuera de la vista.
Durante la coagulación con plasma de argón, los médicos colocarán una almohadilla de conexión a tierra en la parte inferior de la espalda del paciente para protegerlo de descargas eléctricas. El gas se dispara en solo dos o tres segundos a la vez desde una sonda de 0.09 pulgadas (2.3 milímetros) de diámetro, pero podría dispararse durante intervalos más largos para llegar más profundamente, coagular hemorragias masivas o romper tumores grandes. Las lesiones no siempre tienen que estar a la vista y se puede detener el sangrado que no está directamente enfrente de un endoscopio o que está alrededor de un pliegue en el tejido.
Se han producido complicaciones raras con la coagulación con plasma de argón, incluida la inducción de afecciones similares a la neumonía cuando se usa en las vías respiratorias y los pulmones. Los incendios en las vías respiratorias son raros y las quemaduras causadas por el endoscopio se pueden prevenir evitando el contacto entre este y la sonda de gas. Además de las operaciones que involucran las vías respiratorias, se ha utilizado la coagulación con plasma de argón en los tractos gastrointestinales superior e inferior para extirpar tumores y pólipos. La baja profundidad de penetración de la coagulación con plasma de argón puede resultar en una mayor seguridad que los procedimientos alternativos.