La cirugía de meniscectomía es un procedimiento que se lleva a cabo en una rodilla que ha sufrido una lesión llamada desgarro de menisco medial o lateral. El menisco es una pieza de estructura de cartílago en forma de media luna que ayuda a amortiguar la articulación de la rodilla y absorber los golpes; hay dos de estas estructuras en cada articulación de la rodilla. El daño al menisco causa dolor, inflamación y movilidad reducida.
El tratamiento para un menisco desgarrado puede incluir reposo, tratamiento con hielo o calor, elevación, medicación para el dolor o antiinflamatorios y fisioterapia. Cuando se desgarra el borde exterior del menisco, el daño generalmente se curará con reposo y terapia. Si el daño se extiende a la parte interna del menisco, es probable que se necesite cirugía.
Antes de que se lleve a cabo el procedimiento, se evalúa al paciente para determinar si es necesaria la cirugía. Se tienen en cuenta la edad, el nivel de actividad y el estado físico del paciente, así como la ubicación del desgarro del menisco y la extensión del daño. También se tienen en cuenta sus preferencias, ya que los tiempos de recuperación y los posibles resultados de los diferentes tipos de cirugía de meniscectomía pueden variar.
Siempre que sea posible, el procedimiento de meniscectomía se realiza mediante técnicas artroscópicas. En este tipo de cirugía, se hacen dos o tres incisiones diminutas en la piel alrededor de la articulación de la rodilla. A través de estos pequeños orificios, se insertan instrumentos quirúrgicos, junto con una pequeña cámara equipada con una luz. La cámara transmite imágenes a una pantalla, lo que le permite al cirujano ver el interior de la rodilla durante el procedimiento. Se prefiere este tipo de cirugía a una técnica abierta porque es una operación menos invasiva con un tiempo de recuperación más rápido.
Una persona que se somete a este procedimiento puede recibir una meniscectomía parcial o total, según la extensión de la lesión que haya sufrido. En un procedimiento parcial, la intención es preservar el menisco, eliminando la menor cantidad posible de cartílago. Se retira el tejido dañado y se alisan los bordes del menisco. Cuando el procedimiento es una meniscectomía completa, se extrae todo el menisco dañado. La extracción completa solo se lleva a cabo cuando es absolutamente necesario, ya que la articulación de la rodilla es menos capaz de soportar peso si se extrae todo el menisco.
El tiempo de recuperación del procedimiento depende de la extensión de la lesión, si la cirugía fue abierta o artroscópica, total o parcial, y la edad y el nivel de actividad del paciente. Generalmente, un paciente puede caminar dentro de dos o tres días o después de una cirugía, y se recuperará por completo en aproximadamente cuatro semanas. Puede realizar ejercicios de fisioterapia en casa para acelerar el tiempo de recuperación y mejorar la fuerza y el rango de movimiento de la rodilla.