¿Qué es un stent renal?

Un stent renal es un dispositivo médico diseñado para ser utilizado en el tratamiento de problemas renales. Hay varios tipos diferentes de stents destinados a diferentes propósitos. Al igual que los stents destinados a ser utilizados en otras regiones del cuerpo, un stent renal es un pequeño tubo que facilita el drenaje o el flujo de un área del cuerpo a otra. Los candidatos para la colocación de stents generalmente tienen el dispositivo colocado por un especialista, como un nefrólogo, un médico que se especializa en el tratamiento de trastornos renales.

Un tipo de stent renal está diseñado para abordar bloqueos en el uréter, el tubo que drena la orina de los riñones a la vejiga. Este tipo de stent renal mantiene el uréter abierto para que pueda drenar libremente. Esto se puede usar para ayudar a los pacientes a eliminar cálculos renales y para abordar otros bloqueos, como el estrechamiento del uréter causado por inflamación, infección, cicatrices o tumores. El stent tiene espirales en cada extremo que lo fijan en su lugar y aseguran que no se desplace.

Otro tipo de stent renal está diseñado para usarse en la arteria renal. En este caso, el stent mantiene la arteria abierta para que el flujo de sangre no se interrumpa por un bloqueo. La arteria renal puede estar sujeta a estenosis o estrechamiento como resultado de una enfermedad crónica y otros problemas médicos. Si un médico sospecha que un paciente necesita un stent de la arteria renal, se realiza un estudio de imágenes médicas para observar los vasos sanguíneos que rodean los riñones, y se puede realizar un angiograma con el uso de tintes trazadores para seguir el flujo de sangre a través del área.

La inserción de un stent puede ser doloroso y se utiliza anestesia durante el procedimiento para mantener al paciente cómodo. Una vez que el stent renal está colocado, es posible que el paciente deba seguir instrucciones de cuidado especial. Por ejemplo, si se coloca un stent en la arteria renal, puede ser necesario tomar medicamentos especiales para evitar que se formen coágulos dentro y alrededor del stent. Es posible que el paciente también deba ser examinado periódicamente para confirmar que el stent todavía está en su lugar y que funciona correctamente.

Antes de la colocación de un stent renal, los pacientes deben asegurarse de que sus médicos estén familiarizados con su historial médico completo, en caso de que existan contraindicaciones que puedan hacer que un stent no sea aconsejable. Además, los pacientes deben preguntar qué tipo de stent se está utilizando, el propósito de la inserción del stent y cuál será el resultado esperado de la colocación del stent. Es posible que también quieran preguntar sobre las instrucciones de cuidados especiales que deberán seguirse y qué sucederá si es necesario retirar el stent o cuándo.