Cuando el pasaje entre los riñones y la vejiga de una persona se bloquea, un médico puede realizar un procedimiento para insertar un stent urinario en el tubo entre ellos, el uréter. Primero, es necesario determinar qué tamaño y tipo de stent se adapta mejor a las necesidades del paciente. El procedimiento generalmente se realiza en el hospital, bajo anestesia general, aunque en algunos casos el paciente se mantiene despierto y se le administra anestesia local. La colocación de la endoprótesis generalmente se logra mediante la inserción a través de la uretra, que es el tubo que conduce desde la vejiga hacia el exterior del cuerpo, aunque en ciertos casos puede ser necesaria una incisión a través de la piel para llegar al uréter.
Hay varios tipos diferentes de stents urinarios y es necesario elegir el más adecuado para el paciente antes de que se pueda realizar el procedimiento. Dependiendo de las necesidades y la fisiología del paciente, se pueden utilizar diferentes materiales, tamaños y diseños de stent. Por ejemplo, un paciente al que se le colocó un stent temporalmente puede ser más adecuado para un stent de extremo abierto, mientras que a alguien que se le coloque uno de forma más permanente le irá mejor con uno que tenga los extremos enrollados para mantenerlo en su lugar. Un stent también puede tener una cuerda atada para que el médico lo extraiga más tarde, o puede que no lo tenga si el médico tiene la intención de extraerlo con un citoscopio.
Una vez que se elige el stent urinario apropiado, el paciente deberá estar preparado para el procedimiento. El médico puede realizar un examen físico, tomar una muestra de orina o realizar algunos análisis de sangre para asegurarse de que el paciente se encuentra en buena salud física. La colocación de un stent ureteral generalmente se realiza en el hospital, aunque es posible que no requiera pasar la noche en el hospital. Por lo general, se realiza mientras el paciente está bajo anestesia general, aunque en algunos casos la persona puede estar despierta y solo recibe anestesia local.
La colocación de un stent urinario a menudo no requiere cirugía. Al ingresar al cuerpo a través de la uretra, el médico pasará un instrumento delgado y flexible llamado citoscopio a través de la vejiga hasta el uréter. También se puede insertar un cable guía, que luego se puede ver en una pantalla usando un fluoroscopio para facilitar la colocación del stent. Luego, el alambre y el citoscopio se retiran del cuerpo. Si bien este es el método preferido para insertar un stent urinario, no tiene éxito en todos los pacientes. En esos casos, se puede hacer una incisión quirúrgica en la piel y el stent se inserta a través del riñón.