¿Cuáles son los signos de una alergia a la azitromicina?

La azitromicina es un antibiótico macrólido recetado para el tratamiento de ciertas infecciones bacterianas, como laringitis, neumonía y algunas enfermedades de transmisión sexual. Como cualquier otro medicamento, la azitromicina puede causar una variedad de efectos secundarios, incluidos los asociados con una reacción alérgica. Los signos de una alergia a la azitromicina incluyen dificultad para respirar, mareos y picazón. Además, la urticaria o el sarpullido y la hinchazón, como la de la cara, la garganta o la lengua, también son signos de alergia a la azitromicina. En general, es raro que un paciente sufra una alergia grave a la azitromicina, pero si surge una reacción alérgica, debe hablar con su médico sobre el curso de acción apropiado; Dado que la azitromicina es un tipo de medicamento que tarda un tiempo en salir por completo del cuerpo, no es inusual que los signos de alergia a la azitromicina continúen apareciendo incluso después de que el paciente deja de tomar el medicamento.

Además de una reacción alérgica, otros efectos secundarios que pueden ocurrir al tomar azitromicina incluyen diarrea, malestar estomacal y vómitos. Además, un paciente también puede sufrir dolor de cabeza, insomnio y problemas de audición, gusto u olfato. Si bien estos efectos secundarios son generalmente leves, pueden volverse graves y, por lo tanto, hacer que el paciente afectado busque atención médica. Por otro lado, en caso de efectos secundarios graves, el paciente debe buscar atención médica inmediata. Los ejemplos de efectos secundarios graves incluyen latidos cardíacos anormales, diarrea con sangre o aguada e ictericia.

Si bien la azitromicina puede causar efectos secundarios por sí sola, cuando el medicamento interactúa con ciertos otros medicamentos, esto puede afectar la aparición o la gravedad de los efectos secundarios. A veces, la interacción de medicamentos también puede afectar la eficacia del medicamento. Por lo tanto, es importante que el paciente hable con su médico sobre cualquier otra afección médica que tenga, o medicamentos que esté tomando actualmente, antes de tomar azitromicina. Los medicamentos que pueden interactuar con la azitromicina incluyen antiácidos a base de aluminio o magnesio, anticoagulantes y bloqueadores de los canales de calcio. Además, los medicamentos contra el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y otros antibióticos también pueden interactuar con la azitromicina.

Después de que un médico conozca el historial médico de su paciente y los medicamentos actuales, le recetará la dosis correcta de azitromicina. La dosis variará para diferentes personas dependiendo de su condición específica, pero cada paciente debe escuchar a su médico y seguir exactamente su prescripción. Esto incluye tomar el medicamento durante todo el tiempo recetado, incluso si los síntomas de la infección bacteriana desaparecen. Terminar la prescripción es importante porque aunque los síntomas desaparezcan, es posible que la infección aún no esté clara. Además, si la infección no es clara, las bacterias pueden desarrollar resistencia al medicamento.