¿Cómo trato una infección del ombligo?

Los dos tipos de infecciones del ombligo son las infecciones bacterianas, causadas por una perforación o un rasguño durante la limpieza, y las infecciones por hongos. Independientemente del tipo de infección, el tratamiento es bastante similar. Una infección debe tratarse limpiando suavemente el área con una solución salina, secando el área y luego aplicando una crema antimicótica o antibacteriana a base de agua. Si la infección duele, se pueden colocar compresas tibias en el ombligo para aliviar el malestar.

Una infección bacteriana en el ombligo puede ser causada por un piercing en el cuerpo o por rascarse accidentalmente el ombligo durante la limpieza. Puede ir acompañada de enrojecimiento, dolor leve y secreción verde o gris. Para tratar la infección, debe limpiar el área con una solución salina suave usando bolitas de algodón, secar cuidadosamente el área y aplicar una crema antibacteriana a base de agua. La secreción persistente se puede limpiar con peróxido de hidrógeno. Si la infección todavía está presente uno o dos días después del tratamiento, se inflama gravemente, le duele repentinamente o se acompaña de fiebre, debe consultar a un profesional de la salud de inmediato.

Las infecciones por hongos en el ombligo generalmente producen mal olor y algo de pus, y pueden ir acompañadas de picazón, ardor o dolor leve. Para tratar este tipo de infección del ombligo, una o dos veces al día debe limpiar suavemente el ombligo con una solución salina suave usando una bola de algodón. Esta solución se puede comprar ya preparada en la mayoría de las farmacias o se puede preparar en casa colocando 1 cucharadita (6 g) de sal en 1 taza (236.5 ml) de agua tibia y mezclando hasta que la sal se disuelva. Después de la limpieza, debe secar el área con cuidado pero a fondo con una toalla limpia, nunca reutilizando bolas de algodón o toallas sucias. Debe probar esto durante unos días y si la infección no desaparece, agregue una crema antifúngica a base de agua al régimen después del secado.

Para evitar una candidiasis, debe limpiar suavemente el ombligo todos los días con un jabón suave. La levadura crece y prospera en lugares húmedos y oscuros, por lo que el ombligo debe secarse cuidadosamente después de una ducha o baño. Puede prevenir infecciones bacterianas limpiando el ombligo suavemente para que la piel no se agrave ni se raye. Para prevenir una infección por un piercing en el cuerpo, debe acudir a un negocio limpio y de buena reputación y seguir todas las pautas de cuidado después del procedimiento.