¿Cómo administro una inyección intravenosa?

La administración de una inyección intravenosa es algo que suele ser más fácil con una formación médica al menos rudimentaria, pero casi cualquier persona puede obtener buenos resultados con el equipo adecuado y un ojo para la precisión. Las inyecciones intravenosas, a veces también llamadas simplemente “inyecciones intravenosas”, funcionan administrando medicamentos o líquidos necesarios directamente en el torrente sanguíneo. Una de las primeras cosas que deberá hacer es preparar el sitio, generalmente en el brazo. Deberá buscar una vena, limpiar el área y aplicar presión. Cuando esté listo para comenzar la línea, querrá insertar la aguja de manera firme pero uniforme en la vena, generalmente en ángulo, y asegurarla. También deberá controlar el flujo de líquidos para asegurarse de que no se muevan demasiado rápido o demasiado lento. También pueden surgir complicaciones raras pero graves cuando el aire queda atrapado en la línea; saber a qué prestar atención puede ayudarlo a evitar errores de administración que podrían poner en peligro la salud del paciente.

IV Conceptos básicos

Una inyección intravenosa es un medio de terapia y tratamiento de rutina para muchas afecciones diferentes, y se administra una variedad de medicamentos por vía intravenosa. En algunos casos, se usa agua, solución salina u otros líquidos para tratar la deshidratación. Las inyecciones intravenosas son una forma importante de administrar líquidos médicos, aunque realizar el procedimiento correctamente puede ser un arte. En general, la sustancia o el medicamento que se va a inyectar se almacena en una jeringa o bolsa limpia que se adhiere a la aguja con una tubería de plástico delgada. Luego, la aguja se inserta en la vena del paciente, más comúnmente en la parte superior de la mano, en la muñeca o justo dentro del codo.

Identificar una vena fuerte y poner en marcha la línea es el primer paso. Sin embargo, su trabajo no termina ahí; en la mayoría de los casos, la administración intravenosa también incluye seguimiento. Deberá asegurarse de que el goteo vaya a la velocidad correcta y que no contenga burbujas de aire, y también deberá cambiar las bolsas o reponer los líquidos según sea necesario.

Prepare el sitio

Asegurarse de que el área esté limpia y esterilizada es una de las formas más fáciles de prevenir infecciones y otras complicaciones. Por lo general, es una buena idea comenzar limpiando la piel del paciente con alcohol o algún otro desinfectante. También querrá aplicar presión para ayudar a que las venas se llenen de sangre, lo que puede hacerlas más visibles. Un torniquete es una opción común. Atar el torniquete a la región superior o media del brazo del paciente puede hacer que las venas de la parte inferior del brazo, la muñeca y la mano sean más evidentes, lo que puede hacer que la inserción sea más fácil y también menos dolorosa.

Inserte la aguja

Insertar la aguja y comenzar la línea suele ser la parte más difícil y, a menudo, se necesita un poco de práctica para realizar los movimientos correctos. En general, querrá pinchar al paciente con la aguja con un movimiento rápido y seguro. Apunta a un ángulo poco profundo de alrededor de 30 °. Con la otra mano, tire suavemente de la piel del paciente en la dirección opuesta a la de inserción de la aguja. Debe entrar una pequeña cantidad de sangre en la aguja, lo que indica que está en la vena. Solo entonces debe conectar los fluidos intravenosos a la línea o encenderlos si están en un sistema de válvulas.

Monitorear el flujo

Si tiene que administrar una inyección que contenga medicamentos u otros líquidos por vía intravenosa, la sustancia que inyectará puede almacenarse en una bolsa que se sujeta a un poste y se cuelga ligeramente por encima del paciente. El flujo de la sustancia generalmente se puede controlar mediante clips que se conectan al tubo. Si los clips no se manipulan, la gravedad empujará naturalmente el líquido hacia abajo y la sustancia goteará lentamente hacia la vena. Si se afloja el clip, el flujo aumentará y los medicamentos o líquidos se pueden administrar más rápidamente.
Prestar atención al flujo es realmente crítico, ya que demasiado o muy poco puede tener consecuencias negativas. Por lo general, también es una buena idea controlar al paciente de vez en cuando para asegurarse de que todo esté progresando como debería y también para ver que la ubicación de la aguja no se haya desplazado ni aflojado. En algunos casos es necesario asegurar la aguja con esparadrapo médico o una férula. Esto es particularmente cierto con los niños y otras personas que tienen dificultades para quedarse quietos.

Evitando complicaciones
Debe tener mucho cuidado al administrar una inyección intravenosa para evitar complicaciones. La administración incorrecta podría resultar en una embolia gaseosa, que es cuando una gran cantidad de aire ingresa al torrente sanguíneo del paciente. Si los líquidos intravenosos se administran con demasiada rapidez, es posible que el cuerpo no pueda absorberlos, lo que ocasionará problemas de salud graves. Las agujas que no están limpias a veces pueden provocar la transmisión de enfermedades, como el VIH y la hepatitis, así como la infección.
También es muy importante que preste mucha atención al líquido que está administrando. Muchas bolsas transparentes se parecen, pero las intravenosas se utilizan para muchas cosas diferentes. Elegir el líquido incorrecto puede tener consecuencias devastadoras.