¿Qué es un marcapasos BIV?

Un marcapasos biventricular (BIV) es un dispositivo especializado que se implanta para volver a coordinar los latidos de los ventrículos derecho e izquierdo del corazón. Usado a menudo en pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva causada por miocardiopatía dilatada o cuyos ventrículos no laten en sincronía, el dispositivo marca el ritmo de los latidos de las curvas inferiores del corazón, lo que ayuda a mejorar la función y la eficiencia del corazón. Un marcapasos BIV también se conoce como terapia de resincronización cardíaca y ha demostrado que aumenta la tasa de supervivencia general de los pacientes con enfermedades cardíacas.

Un corazón bombea sangre por la contracción de los ventrículos izquierdo y derecho del corazón. Cuando esta función del corazón se ve afectada y una cámara del corazón se contrae ligeramente antes que la otra, la cantidad de sangre y oxígeno que se envía a todo el cuerpo disminuye. En las personas con corazones ya debilitados o dañados, esta incapacidad para bombear sangre de manera eficiente por todo el cuerpo debilita aún más la resistencia, la capacidad de curación y el bienestar general de la persona.

Si bien la mayoría de los tipos de marcapasos tienen solo dos cables, un marcapasos BIV contiene un tercer cable que envía pequeños impulsos eléctricos a las cámaras inferiores del corazón. El propósito de un marcapasos BIV es hacer que ambos ventrículos bombeen simultáneamente, permitiendo que la cantidad óptima de sangre llegue a los otros órganos del cuerpo. Un implante de marcapasos biventricular todavía contiene otros dos cables eléctricos que están conectados a la aurícula derecha y al ventrículo derecho para estimular al corazón a latir más rápido o más lento y sincronizar el ritmo de las cámaras superior e inferior del corazón.

Los marcapasos BIV han demostrado ser eficaces para aumentar la función cardíaca de las personas con insuficiencia cardíaca resistente a los medicamentos. La terapia de resincronización cardíaca también ha demostrado mejorar la función de eyección del corazón de un paciente, o la cantidad de sangre expulsada del corazón mientras bombea, hasta en un 10 por ciento. Los marcapasos biventriculares han permitido que muchos pacientes comiencen con regímenes de ejercicio y han mejorado la salud general y la función de sus corazones.

El riesgo que implica un marcapasos BIV es similar a los asociados con la implantación de cualquier marcapasos. Sin embargo, el marcapasos BIV requiere que se inserte un tercer cable a través del seno coronario, y esta cirugía requiere una estadía de recuperación en el hospital de tres a cinco días. Los pacientes pueden experimentar dolor en el pecho, hinchazón en el lugar de la implantación y, en muy raras ocasiones, puede producirse una infección. Las personas con marcapasos deben tener cuidado de no colocar dispositivos electrónicos encima del pecho, ya que ciertos dispositivos y procedimientos médicos pueden ser peligrosos. Las personas interesadas en los riesgos asociados con un marcapasos deben consultar a sus médicos para obtener más información.