El tratamiento para una fractura de dedo generalmente implica realinear o colocar el hueso e inmovilizarlo con una férula o yeso. Una fractura de dedo o un dedo roto pueden tardar hasta seis semanas en sanar, pero este proceso de recuperación suele transcurrir sin incidentes y sin complicaciones. Una fractura de dedo generalmente es causada por un impacto fuerte y los síntomas generalmente incluyen dolor, hinchazón, deformidad y hematomas.
Es importante alinear e inmovilizar correctamente la fractura del dedo, porque si este proceso se realiza incorrectamente, los huesos no sanarán adecuadamente, lo que resultará en rigidez, dolor y movilidad reducida. Si se produce una lesión por aplastamiento del hueso, es posible que no sea factible inmovilizar simplemente el dedo. En estos casos, es posible que sea necesaria una cirugía para insertar el hardware que tratará la rotura.
El dolor es a menudo una queja común de una fractura de dedo. Tomar un medicamento antiinflamatorio de venta libre generalmente es útil para reducir el dolor y la hinchazón. Si el dolor no responde a los analgésicos de venta libre, el proveedor de atención médica puede recomendar analgésicos recetados.
También se puede recomendar fisioterapia para tratar una fractura de dedo. A veces, después de retirar el yeso, persisten el dolor, la rigidez y la inmovilidad. Cuando esto ocurre, el proveedor de atención médica puede recomendar un curso de terapia física u ocupacional para mejorar la función.
Ocasionalmente, cuando ocurre una fractura de dedo, la uña también se lesiona y, muchas veces, la uña se decolora y eventualmente se cae. Otras complicaciones de un dedo fracturado incluyen daño tisular. Cuando ocurre la fractura, la piel puede romperse, creando una oportunidad de infección. Cuando esto ocurre, es importante que la herida se lave suavemente con agua y jabón para limpiar la herida.
Cuando la integridad de la piel se ve comprometida como resultado de una fractura de dedo, se pueden recomendar antibióticos para prevenir una infección bacteriana. Además, se puede recomendar un refuerzo contra el tétanos para evitar el tétanos, una complicación rara pero grave de una herida abierta. El diagnóstico de un dedo fracturado o roto generalmente es simple con una radiografía del dedo.
Por lo general, solo se entablilla el dedo afectado; sin embargo, algunos proveedores de atención médica optan por entablillar los dedos vecinos para reforzar el apoyo. Por lo general, la férula se usa durante aproximadamente tres semanas y luego se retira. A veces, se realizarán pruebas de diagnóstico adicionales, como radiografías, para medir la curación y monitorear el hardware, si se realizó una cirugía. Si el período de recuperación sigue sin ser complicado, generalmente no se requiere tratamiento adicional, a menos que persistan síntomas como dolor o hinchazón.